jueves, diciembre 31, 2015

Habitación 2016

Hace tiempo pensé que quizás la vida sea como un edificio lleno de habitaciones, esas habitaciones son los años de nuestra vida.

En ellas invitamos a entrar a gente, unas se quedan por un tiempo, otras sólo pasan unas tardes, un tiempo corto, otras sólo llaman a la puerta para irse después.
Cuando llegamos a nuestra nueva habitacion, una estancia muy amplia en la que tambien podemos tener otras habitaciones, está sin amueblar, y en el transcurso del año, somos nosotros quienes vamos amueblando esa habitación que será nuestro hogar, depende de nosotros como queramos que sea.

Yo ya estoy haciendo la maleta para mudarme,  creo que va mucho mas ligera que cuando llegué a mi habitación 2015,  siento que no logré amueblarla como en un principio hubiera deseado, que se quedan en las paredes colgados algunos recuerdos, que como fantasmas atravesaran la pared a mi nueva habitación.

Que donde quise  poner una ventana solo surgió un muro.
Que cuando abrí la puerta no fue para que entrara alguien sino para que se fuera sin yo quererlo.
Que  cuando cerré la puerta la estancia quedó más vacía de lo que a mi me hubiera gustado.
Hay a veces que piensas que una de esas habitaciones estará ocupada hasta que llamas a la puerta y la encuentras vacía, quizás deba ser así, lo más triste de todo es no encontrar una carta un mensaje de despedida, tener la sensación de que ya nunca más volverá a llamar a tu puerta sea cual sea el número de la habitación.

Pero también hay zonas decoradas, pintadas de blanco, que me recuerdan a los pueblos del sur, a las calles de pueblos de Málaga, con su acento y su sonrisa, aquella tierra que vió nacer a mi padre.
Paredes de alegría, de sonrisas, de olor a salitre y a espetos.

Descuelgo algunas fotografías de habitaciones antiguas, de viajes a lugares exóticos, de sonrisas, de un niño que ha crecido y ahora me veo reflejado en él.

Hay recuerdos que son fotos, y fotos que son recuerdos, que pase el tiempo que pase, que por muchas habitaciones que nos queden, siempre estarán con nosotros.

Mi maleta es más ligera cada vez, este año la habitación ha sido más pequeña, más oscura, hubo un tiempo en este año que estuve a punto de abandonarla, de dejarla, de mudarme, hubo un tiempo....
Ahora oigo el bullicio de la calle, mientras cierro las hebillas de la maleta el silencio es mi compañero, cierro los ojos e intento oir el sonido de la mar, ver las pisadas en la arena, de una casa que no era mi casa, de un tiempo tan breve que a veces parece que no existió.

Hoy cerraré la puerta de mi habitación 2015 mucho antes de que me den la llave de la 2016, quiero dormir en el rellano, quiero dormir sin que me avisen de cuando he de cambiarme, y sólo así abrir los ojos ya en la nueva habitación, donde desharé la maleta, colocaré mis cuadros, quemaré algún recuerdo y con sus cenizas pintando mi alma iré recorriendo la nueva estancia con los mejores deseos de empezar a decorarla, de abrir ventanales que den al mar, de abrir la puerta para todo aquel que llegue pueda sentirse en su casa, para todo aquel que quiera quedarse tenga su sitio.

Ójala vuestras habitaciones sean blancas con terrazas. áticos al mar y a la montaña, ójala tengais en vuestras manos todo aquello con lo que deseáis decorarla.

Feliz habitación 2016

martes, diciembre 29, 2015

El ubicador

Agoniza el año, un año más...
Recorro el parque de el Retiro con la esperanza de encontrarme con el viejito, de felicitarle el año, de tener de nuevo  una charla con él.
Camino por el lateral del estanque, se nota que los colegios están cerrados, los chicos corren arriba y abajo, un Mickey Mouse infla unos globos ofrecíéndoselos a los niños para que los padres suelten alguna moneda, muchos parejas de chicos y chicas con el palo selfie, ellos miran fijamente a la cámara, ellas literalmente posan, besos al aire, piernas inclinadas, brazos a la cintura...

Me pierdo por caminos solitarios con la sola compañía de los árboles y en un recodo me lo encuentro. Está paseando despacio, como si sintiera cada hoja, cada seto que hay en el camino. Me pongo a su altura y le saludo, él se gira, me ve y sonríe.

- Ya has llegado - me dice con su dulzura habitual.
- ¿Me estabas esperando?
- Claro, sabía que querrías verme antes de fin de año.
- ¿Nos sentamos? - le pregunto, señalando un banco cercano.

Nos acomodamos en un banco de madera,  el suelo está teñido de ocre, con una alfombra de hojas que revolotean con el viento.

- Un año más... - le digo - feliz año.
- Bueno ... donde yo estoy el concepto tiempo es muy diferente, pero imagino que no querrás que hablemos de ello ¿no?
- Quizás en otra ocasión, ¿sabes? creo que este año se me ha ido,  se ha deslizado entre los dedos como lo haría un puñado de arena. Un año difícil, complicado, donde se han quedado muchas cosas atrás y solo queda una sensación de que ha pasado para no volver, y una vez más me deja la sensación de que hay personas que pasan por mi vida hasta que... como podría decirlo... se ¿ubican?
- Ubican... hace muchos años que no oía esa palabra, desde...
- ¿Desde?
- Desde la guerra civil cuando era joven, ¿quieres que te cuente la historia?
- Desde luego...
- Por aquel entonces yo era joven, nuestro pueblo quedó dentro de uno de los dos bandos, da igual cual,  pero cerca de la linea de fuego, cerca del territorio del otro bando, pronto surgieron las represalias, a veces llegaban milicianos y se llevaban a unos cuantos, otras entraban por la noche  grupos del otro lado y gente  desaparecía. Fue entonces cuando oí por primera vez su nombre,le llamaban "el ubicador", nadie sabe como aparecía, pero llegaba cuando alguien o varias personas tenían que pasar de un lado a otro, a él no le importaba el color, ni azul, ni rojo, solo las personas.
Estaba con ellas al menos una semana, les conocía, les indicaba los peligros, les intentaba aliviar, darles ánimo, hasta que un día llegaba y decía "es esta noche". Entonces les llevaba al otro lado, se internaban en el bosque y pasados unos días regresaba él solo. Otras veces tardaba semanas en aparecer y cuando lo hacía llegaba al pueblo con algunos niños, mujeres y hombres, personas del otro lado que venían a este.
- ¿Y qué pasó, lograste conocerle, hablar con él?
- Sólo una vez, lo vi una noche, caminaba solo por el linde del bosque, allí estaba, todo un mito, un héroe, y sin embargo cuando estuve a su lado, sólo era un chico algo  mayor que yo. Le pregunté que porqué lo hacía y simplemente me dijo "¿porque no?", empezamos a hablar, tenía miedo pero en cuanto veía los ojos de aquellas personas a las que iba a pasar de un lado a otro su miedo desaparecía. 
Sonrío cuando le dije que le llamaban "el ubicador".
Le pregunté que era lo peor que le había pasado, me contó que lo peor era no volver a saber de ellos, que muchos le decían que le escribirían, que le mandarían noticias, que seguirían en contacto, pero nunca recibió nada, ni una noticia, ni un mensaje,  cuando hablaba de "ubicarlos" su voz tenía vida, era feliz, pero cuando me contó eso, su voz solo era un hilo cargado de tristeza y nostalgia, yo pensé que tendría rencor, al fin y al cabo daba parte de su vida, pero sin embargo nunca encontré un rastro de ello en sus palabras. 
Me contó que él les buscaba un nuevo camino, quizás por que él nunca había llegado a encontrar su camino.
- ¿Y que fue de él?
- La guerra avanzó, cada vez se hacía mas difícil reubicar a los que huían, y cada vez había menos  que reubicar,  empezó a vérsele menos, hasta que desapareció, dicen que  se le oía silbar en el bosque.
Yo siempre pensé que seguía allí, en el bosque, intentando encontrar su camino, quizás intentando encontrar a alguien que le reubicara a él.
- Es una historia hermosa pero triste - le dije
- No creo que sea triste, él sabía que ese era su destino, yo quiero imaginar que al final, en ese bosque, encontró su camino.
- Creo que de alguna manera  me parezco al ubicador, tengo la sensación de que hay personas que han llegado a mi vida en momentos difíciles, y que una vez "ubicados" desaparecen , y lo más triste es que tengo la sensación que eso no ha acabado, que seguirá pasando, y que no sabré más.
- Bueno puede que sea ese tu destino, puede que no, la vida no está escrita, se nos marca un camino pero somos nosotros los que al final hemos de escribirla.
- Sabes que te quiero ¿verdad?
- Lo sé, yo también y creo que ahora ya debes irte, está anocheciendo, me gustaría desearte una feliz nochevieja pero sé como la vas a pasar y creo que  vale con que te diga que intentes disfrutarla, da igual que una noche sea nochevieja y otras no, a veces son mejores las noches que no esperas.
- Gracias, siempre me sorprendes con tus historias, siempre me dejas una sensación ... 

Le dí un abrazo, me levanté, me puse los cascos y volví a casa, faltaban horas para nochevieja, una más para olvidar.

jueves, diciembre 24, 2015

Cuentos por teléfono 8 - Cena de nochebuena

- Hola soy yo, el cuentacuentos
- ¡¡Hola!! ¿qué tal?
- Quería preguntarte una cosa...
- Dime
- ¿Te gustaria cenar conmigo en nochebuena? estaré solo y pensé que quizás .. si tú también...
- Sí, me encantaría, pero antes has de saber una cosa
- No me digas que no te gusta el marisco
- Jaja no, no es eso, es algo.. digamos mas complicado...
- Te escucho
- Verás no hace falta que me invites por que estaré contigo
- ¿estaras conmigo?
- Si, una vez dijiste que nos parecíamos mucho, ¿recuerdas?
. Si claro que lo recuerdo, me ha asombrado lo mucho que nos parecemos, las cosas que tenemos en común
- Y no te ha parecido extraño, que así de pronto...
- Bueno creo en el destino, en las coincidencias
- Si, yo también, pero esto es más que una coincidencia
- ¿Entonces?
- Es complicado, pero simple a la vez, yo soy... tú
- ¿qué tú eres yo?
- Si, soy tú, ese al que a veces ocultas, ese al que a veces no dejas sair por miedo
- Espera, espera, quiers decir que todoas estas veces he estado hablando...
- Has estado hablando con alguienal que deseabas contarle tus historias, y a la vez deseabas escuchar cosas que muchas veces te niegas a oir
- La verdad es que alguna vez sospeché algo por el estilo
- Pero nunca lo dijiste
- NO, nunca, me pareció una locura, y me gustaba que existieras
- Y existo, podrás llamarme cuando quieras, y yo haré lo mismo
- Entonces...¿ vendrás a cenar?
- Allí estaré, no lo dudes, no estarás solo
- Gracias, solo espero que te guste lo que he preparado
- Me gustará y sé que echaremos de menos esos mantelitos blancos de los que tanto hemos hablado
- Si, echaremos de menos esos y más cosas...
- Pero esta noche no, esta noche intentemos ser felices ¿vale?
- Vale, ¿sabes? te quiero
- Yo tambien te quiero

lunes, diciembre 21, 2015

Cuento por teléfono 7 - Charlar

Camino por el retiro en  un domingo extraño, en un otoño extraño, a estas horas el retiro permanece vacio pero con los brazos abiertos a sabiendas que en horas se llenara de parejas que pasean, de niños que corretean tras palomas, de magos que dejan su sombrero llamando por alguna moneda, de gitanas que te leen la mano  y no te sueltan hasta que no aflojas el bolsillo.

Me gusta perderme por caminos solitarios, a veces desconecto el ipod y escucho el aire jugar entre las hojas, ese silencio  con el que hablan los bosques, aunque este sea un bosque pequeño.
Suena el móvil y rompe ese momento.

- Hola, perdona que te llame tan pronto ¿te molesto?
- Hola, no, no molestas estaba de caminata por el retiro
- Qué envidia... es que... me gustaría... necesito hablar contigo

Me siento en un banco, frente a un riachuelo, algunos patos me mira indiferentes y siguen su camino en busca de trocito de pan.

- Cuéntame...  - le digo.
- Cuando hablo contigo, no sé por donde empezar,  en mi cerebro se agolpan tantas ideas tantos sentimientos que al transformarlos en palabras estan quedan atrapadas en mis labios sin atreverse a salir...
 ¿Sabes? el mejor regalo que me han hecho nunca ha sido una foto. En esa foto la otra persona miraba a la camara como si me estuviera mirandome y sin embargo estaba a muchos kilometros, en galicia.
 Su mirada atravesaba el objetivo y me susurraba que yo debía estar alli. Y alli no estaba.
Ni estuve y no sabes lo que me arrepiento de ello.
Hoy en mi habitacion de alquiler, en mi cama de alquiler,  en mi vida prestada aún siento ese vacío cada mañana cuando acaricio el lado vacío de la cama y sólo tengo para abrazar un corazon rojo con dos bracitos que rodean mi cuello.
Hay algo peor que te abandonen lo peor es que te olviden y uno no consiga olvidar.
Los recuerdos se cuecen a fuego lento  y cada manana te pintas la cara con sus cenizas, no hay peor epitafio que mirarte al espejo y leer : " y si hubiera..."

Vivo en historias que se inconclusas.
 Quizas por siempre sé que hay una puerta de atras para salir corriendo.
Hay quien piensa que soy como un arbol fuerte robusto al que llegas y te puedes sentar a su sombra mientras miras el cielo y le cuentas lo que no te atreves contar a nadie.
Pero no es asi, si lo fuera, sería de esos árboles que se desnudan en otoño desvalidos esperando que llegue la primavera para que  lo vistan de nuevo.
Ahora que llega la navidad creo esa sensacion, eso que llaman espíritu de la navidad, lo dejé en alguna tarjeta de navidad, en algún christmas, en algún sello, en alguna direccion  a alguien que nunca contestó.
En una silla vacia, en la mirada de alguien tendido en el frío asfalto para quien nochebuena sólo es una noche más en la calle, en una solitaria calle de esta ciudad.
A veces creo que he llegado a odiar la navidad,  quizás por que en mi cabeza existe esa navidad de mesas largas llena de gente,  de esa mirada sin palabras que lo dice todo, de la ilusión de unos niños por abrir sus regalos, de esa magia que es pensar que llegan otros 365 días nuevos, a estrenar.
Ahora sólo me quedan los recuerdos... y un sentimiento.

- Siento mucha tristeza en tus palabras - le contesto - cargadas de nostalgia, ójala pudiera las palabras abrigar tu corazon, acarciarte, pero creo que  eso sólo puedes hacerlo tú, nadie puede darte lo que tú misma no te das.  Hace tiempo leí unos poemas de amor, si mal no recuerdo decía algo así
"Soy ese personaje desgraciado que es comparable a los espejos, esos mismos que pueden reflejar pero nunca llegan a ver, como ellos mis ojos están vacíos..."  alguien una  vez me dijo no llegas a ver lo que tienes delante, y eso te lleva a la perdición" el poema sigue así " y como ellos habitados por tu ausencia que les convierte en ceguera..."Creo que cuando un amor se pierde y nos abandona sólo nos queda el consuelo de los recuerdos, esos que habitan en la memoria, pero es esa misma memoria la que nos traiciona por que arrincona los recuerdos negativos, los esconde en un armario, y sólo deja salir aquellos recuerdos que sabe que nos llenan y nos hacen sentir de nuevo vivos como si el corazón se hubiera parado y esos recuerdos fueran el desfilibrador que lo hace latir de nuevo. Pero es un chantaje emocional, por que la realidad no es esa, sólo es un espejismo.
Y sin embargo es peor que la peor de las drogas por que nos vuelve adictivos a esa sensación,  por que nos devuelve la pasión, el fulgor repentino de los primeros amores ese estallido que sólo vive en los recuerdos.
pero, mi niña si me permites que te llame así, vivir de recuerdos es solo morir lentamente.
Yo no puedo asegurarte como serán los dias venideros, bastante tengo con que dibujo en exceso unos "deberia haber, enlazados con y si hubiera" son mis cadenas que arrastro como nos han contado que llevan los fantasmas.
Sólo puedo decirte que a veces hay personas que nos dicen que nos quieren pero solo se aferran a nosotros por que estan solas y que cuando llega otro barco abandona ese puerto en el que estuvieron anclados  para no acordarse más, quizás lo mas dificil es asumir que esas personas no nos merecieron y no merecen que suframos por ello.

-  Nos parecemos más de lo que imaginas
- Creo que si, puede que tú solo seas un reflejo de mi, y que estas llamadas sean mis propias llamadas.
- Yo existo, estoy aquí... pero ahora he de dejarte, no quiero interrumpir más tu caminata
- Si, me estoy quedando helado en este banco, queda ya  nada para Nochebuena, espero que esta sea diferente y la disfrutes como un niño
- Ójala pero será una más... en soledad
- Quizás...
- ¿Quizás...?
- Nada, te llamaré antes, hazme un favor...
- Dime
- Vive, no pienses
- Lo haré, si tú lo haces...
- Vale, es un trato, hasta pronto.
- Hasta pronto, feliz caminata

Apago el móvil,  y sigo mi camino.

jueves, diciembre 17, 2015

Mi viejito

Otro año..

Camino por el parque, y aún parece que es casi primavera si no fuera por el suelo alfombrado de hojas pardas.
Me siento tan extraño como lo es este Diciembre en el que algunos pasean en mangas de camisa,y  otros con abrigo y bufanda.
A veces tengo la sensación de que no pertenezco a este mundo, que soy un extraño completo, o el extraño es el mundo...

Me siento en un banco y bajan gorriones y palomas por si de mi mano cae alguna miga de pan, sin embargo sólo puedo darles pedazos de mi soledad.

Se acerca y se sienta.
Mi viejito.

Hay una mirada extraña en el, como si estuviera cargada de melacolía, cuando intento atraparla sólo consgio atrapar mi propia mirada.

 - ¿Sabes?... - le digo
- Cuentame, a veces un cuento no es la solución, sólo hablar con alguien que escucha.
- Leí en algún lugar que " a veces,  la persona que está siempre para ayudar a todos, necesita que también se preocupen por ella" y yo no digo que sea una persona que esté siempre, no quiero ponerme esa medalla, intento estar, con todos mis errores...
- Sé lo que quieres decirme... contínua
- Quizás sean estas fechas, quizás sea que se va otro año,  y que a veces me inunda la sensación de que el tiempo se pierde como lo hace el agua del rio al llegar al mar, y que mi vida se diluye... y.. llega un momento que no me importaria diluirme con ella también.
- No deberías pensar así
- Bueno sólo te lo digo a tí, hay algo que puede parecer de locos  pero tengo un cuarto al que sólo puedo acceder yo,  con unas estaterias llenas de frascas de cristal.
  Tengo una frasca con los primeros pasos de un bebe, con el olor de sus primeros biberones, de aquel momento en el que alguien te dice "estoy embarazada", es una frasca que esta al final de la estanteria ya casi olvidada, tengo otra con la niebla de mañanas de invierno cuando te despertabas antes de amanecer para viajar en un viaje interminable a la ciudad, una ciudad que encendía las luces mientras el sueño te invade y hay una cabeza que reposa en tu hombro, tengo una frasca con paseos por un pueblo de la sierra y escenas de un cine de verano, con besos dados que simplemente volaron cuando acabó el verano.

Tengo otra cargada de letras, letras con las que a veces escribo  cuentos,  con solo desparramarlas por el suelo,  el suelo de una caja de cerillas donde suena una canción, donde en una mesa hay unas copas de vino sobre unos mantelitos blancos. Y esta frasca no la abro nunca por que temo que se escapen de su interior y no regresen más

Tengo frascas de viajes,  que al abrirlas huelen a Africa y a sonrisas y aventura, de otra sale un frio calmado con vino caliente en puestos de mercadillos de invierno donde la Navidad es la Navidad, nieve y sueños.
Hay frascas llenas de espuma de mar, de arena, de paseos al borde de las olas, con extraño acento, de prisas, de tiempos agotados antes casi de empezar, de esperas y llegadas en andenes.
Hay frascas con acento andaluz,  que me llevan a tierras de oriente de esa tierra que vió nacer a mi padre.

Y en un pequeño rincón tengo una grande llena de errores y de miedos, de perdones que nunca dije,  con una pegatina que me recuerda que si pudiera hacer un "reset"...

Tengo una  con nubes de verano, con pensamientos de lo que hubiera hecho y no hice, otra de aquellos sueños que quizas solo  pueda  verlos flotar en esa frasca.

Cuando entro en esa habitación es cuando puedo verme, cuando me encuentro reflejado en el fondo de esas frascas, y sin embargo a veces las estrellaría contra el suelo,  simplemente porque estoy cansado... muy cansado...

- Pues hoy , yo te traía algo para darte y no es una historia de las mías.

Le miro extrañado, porque no me esperaba ningún regalo de él.
Me entrega un paquete envuelto en papel de estraza, sin lazo, algo simple, pero es esa misma simpleza la que lo llena de encanto, de magia.

- Ábrelo

Y eso hago, ante mis ojos aparece... una frasca de cristal igual a las que tengo en mi pequeña habitación.

- Está vacía, a la espera de que  la llenes, eso queda en tu mano.

Mis ojos se inundan, flotan en un lago y la visión se sumerge en lágrimas.
Cuando , por fin puedo volver a ver, él ya no está, en el banco queda el papel de estraza y una frasca de crista con una nota

"Sé que sabrás llenarla,  feliz Navidad,  feliz año nuevo"

domingo, diciembre 06, 2015

Mi querida Navidad

Cae la tarde, el sol ha ido a jugar al otro lado del planeta mientras aquí se abren paso las luces amarillentas que visten el adoquinado del suelo.
Oigo una melodía de piano, mi mundo se ha reducido a una pequeña habitación, suena el teléfono.

- Hola, ¿cómo estas?
- Hola,  envuelto en la nebulosa de una tarde de domingo...
- ¿No escribes?
- Mi bolígrafo se ha ido de puente y mi mente debe estar caminando en alguna playa lejana a la que yo no llego a alcanzar... las tardes de los domingos... a veces... te detienen la vida, como si irse sólo fuera la mejor opción.
- No me gusta que digas esas cosas, pero te entiendo. Hoy no te voy a pedir un cuento, sólo quiero que me escuches ¿vale?
- Vale
- He escrito una carta y me gustaria leertela, se titula "mi querida navidad"
- Bonito título
- "Mi querida navidad, parece mentira pero ha pasado un año desde que te fuiste y ya estas llamando de nuevo a la puerta, han pasado tantas cosas...
Ahora aquí ya no te llaman Navidad, eres el solsticio de invierno, o una fiesta multicultural, ya no veo los belenes que hacetan sólo un año me encontraba en cualquier esquina...
pero tú sigues siendo mi querida Navidad, aquella que de niño me hacía sentir mariposas en el estómago, cuando de la mano de mis padres iba a ver con una carta en el bolsillo a los Reyes Magos, cuando bajo un millón de luces veía al niño Jesús con la vaca y la mula... cuando todos alrededor de la mesa sonreíamos, cantábamos, brindábamos.... ahora mi querida Navidad sólo queda un recuerdo de todo aquello  unas sillas vacías aunque en el fondo sé que  aún están ahí.
Mi querida Navidad, me encantaría volver a sentir aquellos nervios, pero ahora la gente va corriendo, nadie mira las luces, las pocas que ya ponen, todos se preocupan de comprar más y mejor, de beber más, de esperar que el día 22 unos números le resulevan la vida...
Mi querida Navidad, ha sido un año duro y difícil, por el camino se han quedado tantas cosas, sueños e ilusiones, personas que siguieron su camino sin mirar atrás, sin casi decir un adios...
Quisiera mi querida navidad, no que traigas regalos bajo el árbol, ni dinero... auqnue nunca viene mal, me gustaría que vinieras con sonrisas, y sueños, con esas ilusiones de que tras de ti llegará un año nuevo que haga vibrar de nuevo eso que llaman corazón.
Mi navidad, mi querida navidad, espero que este año te sientes en mi mesa, a pesar de que este casi vacía, a pesar de las ausencias.
Por que para mi, tú siempre serás  Navidad, no un solsticio de invierno,  por mucho que nos lo quieran vender así.
Hasta pronto, hasta que llames de nuevo a mi puerta"
-
Es bonita tu carta, creo que cuando nos vamos haciendo mayores la navidad es algo mas difícil, perdemos esos sueños de niño, esa ingenuidad y como tú dices llegan las ausencias, quizás lo mejor de la navidad es que nos devuelva la ilusión, que nos haga volver a ser un niño
- Eso me gustaría...
- A mi también, echo en falta tantas cosas...
- Tendremos nuestra Navidad, te lo prometo
- Te lo prometo...
- Un beso, hasta la próxima llamada...
- Gracias, hoy te las doy yo a ti.