martes, enero 28, 2014

¿ES? (Relato para adultos)

La meto, cuesta un poco, empujo y entra hasta el fondo.

Giro la llave y la puerta se abre con un quejido.
Estoy en casa.

No enciendo la luz un camino de velas me lleva hasta el baño.  De la bañera asoman nubes de espuma, la casa permanece en silencio mientras yo me desnudo y siento el calor, casi abrasador del agua acariciando mi piel.
Me hundo en ella dejando que flote todo el cansancio del dia, y con ellos mis pensamientos,  mi cuerpo se relaja y me dejo invadir por esa sensación dulce de abandono, mientras mis manos buscan un sitio cálido.

Me acaricio despacio, lentamente sintiendo en mi sexo la suavidad de la yema de mis dedos que se mueven en círculos acariciandolo, mientras juguetones entran y salen.

Jadeo, cuando imprimo más fuerza a la penetración, siento como crecen mis pezones hasta casi dolerme. El chapoteo del agua se asemeja a un tsunami, el mismo que avanza en cada poro de mi piel cuando mis dedos rozan mi punto G llevándome al orgasmo.

Me quedo quieta en el agua, sin tener constancia del tiempo que ha pasado, hasta que siento esta se enfría. salgo de la bañera, el espejo está lleno de vaho, me envuelvo en la toalla cuando noto que un cuerpo se pega al mio por la espalda, no puedo verlo en el espejo pero siento sus manos que me llevan hacia él. Su boca recorre mi nuca lentamente en ligeros mordiscos que me hacen estremecer.

Dejo caer la toalla,  sus manos abarcan mis pechos, sabe lo que me gusta que me acaricie de esa manera, siento su sexo pegado a mi culo como crece de ansiedad. Bajo mi mano hasta alcanzarlo, lo envuelvo, palpita cuando lo masajeo despacio, oigo como suspira, su respiración se hace mas violenta, y él en contrapartida desciende su mano hasta mi sexo, depilado, como a él le gusta, y me acaricia presionando la parte superior. Aguanto unos segundos en esa posición, hasta que me giro y en cuclillas me llevo su pene a mi boca. Está duro, rozo con mi lengua su punta y despacio muy despacio me lo intrduzco, siento como tiemblan sus piernas cada vez que lo saco y vuelvo a metermelo mientras mi mano lo aprieta y se mueve. Me excitasentir el poder que tengo sobre él.

De repente me levanta, me coge por la cintura y me aprieta a su cuerpo, me besda con pasión salvajemente, mi boca es sólo una extensión de la suya, nuestras lenguas se unen, se buscan, salen y entran mientras sus manos aprietan mi culo para pegarme más, si cabe a él, yo casi de puntilla noto la dureza de su sexo buscandome que se unen a mis ansias por sentirla dentro de mi, como se abre y entra, pero él lo sabe y para torturarme se mantiene a la distancia suficiente para evitarlo.

Me arrastra hasta el salón, sin dejar de besarnos se deja caer en el sofa de cuero, y yo caigo sobre él, sentado me coge de nuevo de la cintura mientras clava sus dientes en mi hombro, me hace estremecer, pongo mis pies sobre sus piernas, y esta vez mi mano atrapa su pene y lo llevo hasta la entrada de mi sexo, ahora soy yo la que quiero que sufra, moviendo mi mano lo llevo arriba y abajo recorriendo todo mi sexo, que está mojado esperando que entre, él mueve su cintura buscando penetrarme, dejo su punta se deslice hasta que haya el lugar pero solo dejo que entre un poco, y moviendome en círculos voy introduciéndomela lentamente, siento el calor dentro de mi como me llena,  como me invade y me inunda, Me quedo quieta un instante para sentirme llena de él, y entonces mi cintura empieza un baile frenético y ritmico, siento como la presiono, como cuando parece que va a dejarme vacia vuelve a rozarme haciendo que sacudidas electricas recorran todo mi cuerpo.

Él coge mi nuca, atrae mi cabeza a la suya y me besa mientras yo no paro de moverme encima de él, sus manos acarician mi sexo, su boca se desliza y atrapa entre sus labios mis pezones que responden a su lengua poniendose duros.

Me agarra fuerte y me levanta, llevándome a la cama, literalmente me tira encima, y cae sobre mi, me agarra con sus manos mis muñecas, me besa muerde mis labios, desciende por el cuello, mordiendolo igual que mis hombros, yo me estremezco, mientras él sige descendiendo hasta llegar a mi sexo, ha soltado mis manos, con una acaricio su pelo, con la otra me pellizco suavemente mi pezón mientras noto su lengua jugar en mi sexo, sabe lo que hace por que no puedo frenar las sacudidas de mi cuerpo, noto dura la punta de su lengua presionando, cambia y ahora lo lame, se mueve en círculos  desciende y sube hasta que vuelvo a estallar en otro orgasmo y le pido que pare, sin embargo él no lo hace, solo que ahora me lo besa despacio, su lengua simplemente se desliza sobre mi sexo acariciandolo, dejando que descanse con suaves besos.
Sube lentamente hasta que se pone encima, separo mis piernas y abarco su cintura, con un movimiento entra en mi, me penetra de nuevo y empieza a moverse, noto como golpea su pene en mi interior, exhausta sigo sus moviemientos, mi cuerpo reacciona de nuevo, calvo mis uñas en su espalda mientras le ordeno que no pare, el se mueve más rapido, y de pronto para, grito, le agarro y le empujo mientras siento que sonrie, la luz de las velas no me deja verle la cara, pero se que se recrea mientras empieza a moverse de nuevo.
Repite la misma operación varias veces, llevándome casi hasta la locura, y sin entender como es posible que no llegue a correrse, se para  y deja caer todo su cuerpo sobre el mio, me besa despacio, tiernamente mientras me siento poseida y llena, me encanta sentirle dentro sin que se mueva esa sensaciçon me embarga. estamos un largo rato asi besandonos, él me muerde los labios reocrre con su lengua mi boca. el perfil de mis labios, hasta que de un movimiento me gira y me pone boca abajo, yo me levanto en posición de  a cuatro patas, pero el suvemente me empuja para que me tumbe del todo, sabe que esa posición me vuelve loca, cierro las piernas y el encima de mi me busca hasta que lo gra penetrarme de nuevo, arqueo mi cintura lo suficiente para introducir mi mano y acariciarme mientras el no para de moverse en mi interior, noto como gime como jadea, como su pene esta a punto de explotar, y yo, de nuevo también, "no pares, por favor esta vez no pares" - le suplico - y él me hace caso y cuando siento que vamos a llegar, oigo un zumbido, un extraño zumbido que me hace abrir los ojos.

Él no está, yo estoy sudorosa, la cama está vacía, miro hacia el extraño ruido, el despertador no para de zumbar, son las 7.00 de la mañana.

Ha sido un sueño.

lunes, enero 20, 2014

Más allá

Sobre la mesa una vela en forma de número se ha deshecho.

En su casa ya no suena el despertador.  Siempre abre los ojos una hora antes, silenciosamente, para no despertar a nadie, lo apaga, entra en el baño y se mira al espejo.

"Me siento joven" - se dice - "pero soy ya tan viejo para algunos..."

Imagina, mientras ve su rostro, que alguien con una enorme goma de borrar marca "milan" ha hecho desaparecer su sonrisa, como si la hubieran dibujado con un lápiz.
Tan fácil de borrar.

Prepara el café, unas tostadas, un beso triste y lacónico que deja caer en una mejilla, sonidos de alguien que se viste, de alguien que se ducha,de una puerta que se cierra y que unicamente deja tras de sí un silencio que se le aferra a la garganta y aprieta... y aprieta....

Recoge las cosas, las lava despacio,  tiene todo el tiempo del mundo, contra el que lucha en una batalla que tiene perdida.

Se viste en silencio, y sus zapatos le miran sabiendo que recorrerá el camino una vez más, el mismo camino que ya hace meses recorre, cada mañana.

Echa andar, cruza la calle y se sumerge en el parque, su mirada perdida cruza los árboles, cruza las nubes, que ese dia tapan su Madrid, porque más allá, se dice, seguro que hay un cielo azul...

Más allá...

Se sienta en el banco, dentro de poco llegarán los que lo habitan de 11 a 1 de la tarde.
Una chica de cuarenta y pocos, licenciada, un señor de cincuenta que desde los dieciseis no dejó de trabajar.

Se saludan, hablan poco, quizás porque no saben que decirse, aunque tengan tanto en común, el señor saca de su bolsillo un bolsa llena de migas de pan, y las lanza mientras los gorriones y las palomas se pelean por el trofeo.
Ella abre el periódico, con la vista cansada, como si su esperanza también la hubiera echado a las palomas. Y recorre, bolígrafo en mano, las ofertas de empleo.

Les mira, hasta hace unos meses eran extraños, en una situación ajena.
Ahora es uno más, es como ellos.

Y sobre Madrid empieza a llover.

viernes, enero 10, 2014

Hay

Hay cajas de cartón abiertas por las esquinas.
Hay paredes que se van desnudando, poco a poco, pero carentes de todo erotismo.
Que se desnudan como los árboles en el otoño.

Hay huecos vacios, marcas de cuadros, estanterias desiertas.
Hay una mirada limpia como la lluvia en abril, llena de esperanza, que brilla.

Hay una frasca con letras de promesas que se quedaron en el aire, y otra cargada de adios.

Hay reflejos en el espejo lascivos, reflejos de noches inacabadas, de noches donde el alba sólo era algo que nunca debería haber llegado.

Hay una mesa de madera, sobre la cual yacen mudos recuerdos de copas brindando.

Hay sobre el suelo, dias que pasaron sin pena ni gloria, y otros que se cogieron en las manos.
Hay pisadas de aqui para allá cuando uno se mueve como un león enjaulado, pero tambíen hay pasos de baile, de saltos, de cuerpos que yacen en el suelo.

Hay cajas de cartón que se van llenando,

Hay fantasmas  en el corazón.

Hay recuerdos de un tu y yo, que se volvió en un yo solitario.
Hay saltos de un niño sobre la cama, que el tiempo lo ha convertido en adulto.

Hay velas consumidas, y hay algunas que aún esperan encenderse.
Hay una puerta por abrir y una puerta por cerrar.

Hay una casa vacia.

Y ahora hay un nuevo camino por andar.

jueves, enero 02, 2014

Desprenderse



"Hay algo.." - pensó mientras doblaba el jersey para meterlo en el segundo cajón de su armario, que olia a jabón de marsella - " hay algo que cuesta soltar, como si te arrancases una parte de ti, algo tan pegado que llega a ser parte de la esencia de uno, y sin embargo aunque te resistas en el fondo sabes que debes soltarlo, como si fuera un lastre que impide que el globo aerostático se eleve, pero como deshacerte de ello, si a veces es lo que de alguna extraña manera te hace recordar lo que es sentir."

Se sienta en la cama y mira tras la ventana el árbol desnudo, y asi se siente, desnudo, "por que no hay mas ciego que el que no quiere ver", se dice.  Y aunque alguien le dijo alguna vez que sus historias tenían un final sin peso, apresurado como si todo lo contado hubiera formado un nudo gordiano que ya no había forma de desenredarlo y lo acabase de un solo tajo, él sabía que un final es un final, a pesar de los pesares, a pesar de todo.

Se levanta y se enfrenta a aquello que en el fondo desea y  sin embargo aún le aterra, levanta despacio su mano, y acaricia suavemente el filo.

El filo de la hoja,  hoja de calendario, calendario que dibuja un mes, mes de diciembre, diciembre del 2013, para ser exactos 31.

Y él lo arranca, a la vez que siente que algo dentro de él también se desprende quizás para siempre.

 A lo lejos se oyen las doce campanadas, sonidos de petardos y gritos.
Un año nuevo comienza.