domingo, mayo 05, 2013

Día de la madre

El disco rojo  se desliza sobre el horizonte, todo se tiñe de color dorado. En la ciudad los coches dan sus luces, las farolas empiezan a encenderse, la noche se va abriendo paso poco a poco, como si fuera un actor tímido al que le da miedo aparecer en el escenario.
La pequeña niña está en la cama, sonríe cansada mientras su madre la tapa, cierra el libro que acaba de leerla por enésima vez, le besa, y le desea dulces sueños.
Sobre la mesa tiene un bolígrafo, una calculadora y un motón de facturas.  Las mira cansada,  no le hace falta hacer cálculos para saber que al final los números se vestirán de rojo, una vez más. Cierra los ojos, como si con ello fuera a borrar la cruda realidad. Por un momento piensa en él,  en aquellas promesas, en aquellos besos, en todo aquello que se quedó en el camino. Un camino que se dividió en dos cuando él se fue, y ella se hizo cargo de todo.
Apaga la luz, y arrastra los pies hasta la cama, mañana será otro día se dice, mientras sus ojos echan el telón.
****
Desliza sus manos sobre tu estómago, allí lo siente, bajo la luz del neón y el olor a desinfectante. El camino ha sido largo, el camino ha sido duro. Aquella noche, la fiesta, el chico del que estaba enamorada, el coche y el calor de agosto, una locura, no pasa nada, no te preocupes no habrá problemas… Y sin embargo lo hubo, sus padres, el instituto, y ella. Ella que siempre dijo que no, no voy a terminar, no voy a ceder, si no lo quieres, si no me quieres  es mejor que no estés.
Entra la comadrona, ya está todo listo, inspira y expira,  lo siente, algo late deseando salir.
****
Decidió irse de la ciudad, a pesar de dejar a sus hijos, de abandonar aquella ciudad que había sido su hogar durante tantos años. El destino a veces juega sus cartas y sin esperarlo,  en el ocaso de su vida encontró el amor.  Pero por mucho que le quisiera, no llegaba a tapar ese hueco que persistía en su corazón como un boquete abierto que nunca lograba tapar, la ausencia de sus hijos. Aquella noche les llamó por teléfono,  como si al atrapar sus voces pudiera tenerlos más cerca, como si de alguna manera estuvieran allí, con ella.
***
Amanecía,  aquel domingo la ciudad se desperezaba con  las primeras luces.
Una niña salta de la cama, mete su mano debajo de ella y saca un pequeño paquete. Corre y de un brinco se lanza sobre su madre, la despierta, la abraza y sonríe. “Feliz día de la madre, mami. Aquí está mi regalito”.
Y ella llora y rie, rie y llora,  porque sabe que en el fondo es feliz, ella es toda su felicidad.
***
Suda. Grita y vuelve a apretar otra vez, “vamos una vez más” y a pesar de estar agotada, vuelve a empujar, esta vez   con todas su fuerzas hasta no poder más y en el último suspiro siente como la presión se desvanece, y su cuerpo se relaja.
Hay unos instantes de silencio, que para ella son una eternidad, de pronto el silencio se rompe en mil pedazos, el bebe llora llenando sus pulmones de aire por primera vez,  la chica llora cuando le ponen a bebe en sus brazos, La matrona se acerca y le susurra: “ ¿sabes que día es hoy? , es el día de la madre, felicidades” Ella mira a su bebe, y tras el cristal sus padres con los ojos llenos de la mano.
***
Se levanta muy temprano como todos los días, se acerca a la cocina para pre para el desayuno, mira el calendario es el primer domingo de mayo, y  a pesar de que sabe que él está allí se siente sola,  piensa que nadie puede sentir lo que una madre siente, nadie.
“Hola, princesa” le dice él, “ iba a prepararte yo el desayuno, hoy es tu día”. Ella sonríe aunque es una sonrisa triste. Suena el timbre, “quien podrá ser ahora” se dice, “otra vez la vecina, ufss” Va a la puerta y cuando la abre… allí están ellos, sus tres hijos.
_¿Qué pensabas que te ibas a librar de nosotros en tu día?.


Para todas aquellas madres.

1 comentario:

Masakoy dijo...

Me ha gustado pero el día de la madre es el 8 de diciembre. Lo cambiaron por cuestiones comerciales al primer domingo de mayo.

Abracetes amigo!!