viernes, agosto 31, 2012

¿Jugamos a los médicos?

Estaba sentado.
Con las manos esposadas a la espalda de una silla desvencijada por el tiempo y el uso.
La sala era pequeña, una luz blanca y mortecina caía del fluorescente.
Él los miraba, ahora había uno que le gritaba, daba golpes a la mesa y a punto estaba de golpearlo, el otro fumaba en silencio.
Pero no eran los primeros que habían entrado, y quizás no serían los últimos.

Sobre la mesa, esparcidas unas fotografías, él las conocía muy bien, de hecho aunque no saliera en ellas,  era el artífice de lo que en esas fotos se veía.
Mientras los gritos se repetían -   ¿porqué?   ¿porqué?  ¿porqué?  -

-"Simple" - pensó. 
Todo empezó aquel día que su vecina entró a jugar con él, sus padres habían salido, ella se obstino en jugar a los médicos,
y no le quedó otra opción que hacerla caso.

La ató a la mesa e hizo de cirujano.

jueves, agosto 23, 2012

Árbol

Acabado.
Así se sentía, como si todo hubiera acabado. 

Como si alguien en su ventana hubiera colgado el cartel de 'The End'
Como si alguien hubiera cerrado la puerta con él dentro y hubiera tirado la llave por el sumidero.

Donde las sonrisas se encierran en cajas precintadas con silencios
Donde los besos están sellados.
Donde los abrazos se han disuelto como azucarillos en el café.
Donde las ilusiones se han marchitado como las margaritas en agosto.

Iba caminando bajo el sol de agosto.
Iba a un parque donde los árboles se mecen con el viento.
Iba con sus sueños atados al hilo de una cometa, por si, por fin pudiera echarlos a volar.

Y llegó.
Y vio.

Y vio aquel árbol, un árbol que lo llamaba.
Miró a un lado y a otro, suponiendo que no era a él a quien llamaba aquel árbol, más sólo estaba él.

Se acercó, como lo hace un pajarillo cuando le ofreces una miga de pan.
Despacio y con miedo.

- Hola.
- Hola, ¿ me has llamado a mi?
- Si, a ti,  ¿no eres tu ese chico que ibas mirando al suelo, dando pataditas a las piedras y arrastrando una cuerda?
- Si, soy yo
- ¿Y que llevas en esa cuerda?
- Una cometa
- ¿Una cometa?
- Si, he pegado mis sueños a ella pero no logro que vuele, no hay viento.
- Ummm  ¿viento? no hace falta viento para hacer volar los sueños
- Los míos si, tiene que ser un viento fuerte que logre levantarlos del suelo, algunas veces casi lo he conseguido pero siempre vuelve la cometa a caer a tierra.

De aquel árbol bajó una niña, me miró con sus ojos oscuros y su pelo cobrizo, cogió la cuerda y echó a correr entre risas.

Juro que no había nada de viento y sin embargo la cometa traqueteó, y se elevó al cielo azul. como nunca lo había hecho antes.

- ¿ves? no hace falta viento, sólo que lo desees.

El alzó la mirada, la cometa giraba y giraba  y de ella llovían sus sueños.

Abrió los ojos, estaba en su cama.
Todo había sido un sueño.

¿había sido un sueño?... por que sobre su almohada encontró las hojas de aquel árbol.

lunes, agosto 20, 2012

Puerto


Había recalado en otro puerto.

Donde las casas eran de un blanco nieve, sus calles pintadas de adoquines.
balcones que eran sonrisas en las fachadas.
Y sin embargo algo había.

Lo adoptaron como si fuera uno mas de ellos, con los brazos abiertos,
sin preguntas, y él por el breve instante de un parpadeo sintió que aquel
era su hogar... por fín.

Pero algo había.

Quizás lo había sólo en su cabeza, o en su interior, o provenía de algún lugar
lejano, de algún ancestro.
O quizás es que, simplemente algo estaba roto en él.

No supo ver las casas de blanco, ni los adoquines, ni la fragancia de los geranios
en los balcones. No supo ver los brazos abiertos, las sonrisas.
NO supo sentir la sensación de aquel puerto podía ser su hogar.

Y sin saber si hacía bien, caminó descalzo hasta su barco, en una noche oscura
enfiló la quilla hacia el mar y dejó que la marea lo llevara.

Mientras en su pequeña agenda escribía:

Soy como el tabaco que dulcemente se asipira pero te mata por dentro.
Soy como alcohol que emborracha y al final te destruye.
Soy como una canción nostálgica que oyes una y otra vez aunque te haga llorar.
Soy como esos tio-vivos de antaño, con sus caballitos y delfines, que montas
ries y giras.. y cuando bajas sólo te sientes mareado.
Soy como esas películas que nunca quieres que acabem auqnue sepas que tiene
su "The End" y cuando llega los ojos se anegan de lágrimas.
Soy como la droga que te lleva a un paraiso soñado pero al final te deja una
estocada a muerte
Soy como un oasis del desierto que cuando crees que llegas, desaparece.

Soy.. si es que acaso alguna vez fuí.

Y cerró su cuaderno, subió a proa y mientras el puerto desaparecia, lloró.

jueves, agosto 02, 2012

Fortaleza

Estoy ahí, levantado, de alguna forma imponente, o al menos así me siento.
Sé que mi estructura es lo más perfecta posible, y me siento orgulloso por ello.
Siento que nada puede detenerme. 

Por algo me han hecho así.
A base de corazones, y de reyes.
Con la suerte de los tréboles, con la fuerza de las picas.
Con la sensación de que aunque pase el tiempo, aquí seguiré.

De repente, una puerta se abre, entra una brisa revolotea sobre la mesa...

Y yo, un castillo de naipes, caigo y me derrumbo.

Al final no era tan fuerte.