viernes, julio 13, 2012

La guerra


El sol caía a plomo.
Mudo testigo de lo que en breve presenciaría.

Sudaba.
En aquel hueco al que llamaba trinchera, mi miedo y yo. ¿quien, a pesar de todo, no tendría miedo?
Mi madre diría que soy un niño, pero  ya no lo soy.
Alguien me contó que hasta los valientes tienen miedo.

Me asomo, intentando que no me vean, sobre el campo la hierba crece, a pesar del calor, a pesar de la batalla.
Hay un silencio,  el silencio que precede a la guerra.

Me sudan las manos, me aferro a mi arma, "He de salir, he de salir" me digo, pero mis piernas no responden.

Oigo sus gritos, vienen a por mi, y sin pensarlo salto de mi agujero apunto mi arma y disparo.

Un chorro de agua sale de mi escopeta Black.950, e impacta en la camiseta de mi hermano, pero mi primo
no tiene ninguna compasión y siento como me moja la cabeza.

Mi madre grita: "Vamos niños dejad de jugar  y a merendar..."

Pero yo ya no soy un niño.

2 comentarios:

ShAdOw dijo...

Vicisitudes de la vida, de niños queremos ser grandes y de grandes volver a ser niños-

Muacks!!!

Laira dijo...

Esta genial, final inesperado, me ha gustado mucho.
Los niños viven siempre los juegos de forma real.
Besos.