viernes, junio 08, 2012

Estrellas


Cogí la mano del pequeño, me miró y sonrió dulcemente.
Salimos al parque, donde las luces de la ciudad no molestaban tanto para ver el cielo estrellado de una noche de verano.

- ¡Cómo brillan! - me dice.
- Si, es algo que impresiona ¿verdad?
- Son muchas, pero  ¿porqué brillan?, ¿por que algunas desaparecen de pronto?

Por un momento pensé en hablarle de que la enorme presión y la gran temperatura que existe en el interior de las estrellas hacen que el helio se fusione, esa gran cantidad de energía se libera y se emite la luz que tarda años y años en llegar... pero cómo decírselo a un pequeño que te mira con esos ojos, asi que opté por una explicación más sencilla, mas dulce.

En el universo hay tantas estrellas como seres humanos en la tierra, cada uno tenemos una estrella, somos una estrella, brillan tanto como podemos brillar en nuestra vida. Cuando no ves una estrella es que ha bajado a la tierra para estar con nosotros, la estrella se convierte en persona nos acompaña, es como si subiese a nuestro tren  y está allí, y nos ilumina y nos hace felices, hasta que un día decide bajarse, decide volver a ser estrella y es cuando la vuelves a ver brillar.

- Pero y que pasa si la estrella se va y luego yo quiero que  vuelva,  que se vuelva a subir al tren conmigo.
- Sólo tienes que desearlo, pensarlo y soñarlo,  entonces, a veces, la estrella vuelve a bajar a la tierra, otras no regresa, pero la verás brillar con más fuerza, por que sabe que tú estas pensando en ella.

Nos quedamos callados mirando las estrellas, y por un momento pensé que todo aquello que le había contado era la verdad, que a veces una estrella se sube a nuestro tren, que a veces en alguna estación se baja para volver a brillar, y que bastará con pensar en ella con soñar con ella, para que brille con más fuerza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita historia la de las estrellas. Ojalá fuera tan sencillo como eso, como pensar en alguien con mucha fuerza para que vuelva, para que brille más.

Nicolás dijo...

Anónimo

Todo puede parecer difícil hasta que lo piensas te pones a ello y al final no era tan difícil como parecía