Aquel domingo paseaba por el Retiro aprovechando la bondad de esos días de primavera que son una invitación a echarse a la calle y disfrutar de la ciudad.
Caminaba con unas amigas, en dirección al estanque. Gente disfrazada de Mickey y Bob Esponja, lo odio, daba globos a los niños mientras los padres no sabían
si sonreír al niño o echarse al cuello del disfrazado que pese a las negativas había dejado el globo en la mano del pequeño.
Es un microcosmos, donde puedes encontrarte negros que extienden sus mantas para vender bolsos, gafas y cinturones, hasta aquellos en diez minutos te
dibujan una caricatura.
Cuando nos acercamos se me echa encima una gitana.
- "Ay niña, dejame tu mano que te digo la bienaventura"
Yo intento acelerar mi paso, pero ella sabiendo mi reacción, presta coge mi mano y extiende la palma delante de sus ojos.
Abre la boca y balbucea, yo espero que me suelte la consabida retahíla, pero sin más suelta mi mano y se da la vuelta.
- "Oiga, oiga, ¿que le pasa" - le grito.
Ella se da la vuelta y sin querer acercase, escupe al suelo y me dice:
- "Mal fario, mal fario".
Mis amigas le gritan de todo, y yo me quedo mirando mi mano, como si tuviera la culpa de algo. Nunca he creído en estas gitanas que te leen el destino y te dan
un ramillete de romero, pero su cara llena de pavor, me asustó.
Intenté tranquilizarme, sólo son tontas supersticiones, pero no podía olvidar su gesto, y como quiera que a veces el destino juega con uno, un chico repartiendo
propaganda le da uno a mi amiga, ella lo lee y cuando lo va a romper, le digo.
- "A ver déjame ver, que prisas, por romperlo "
- "Es que no es nada mas que propaganda"
Se lo quito de la mano,y lo abro.
Feria Esotérica y Alternativa en la estación de Atocha.
- "Vamos, seguro que hay cosas interesantes"
Tuve que arrastrar a mis amigas, por que como yo, ellas sabían que lo que quería era comprobar lo que había dicho la gitana.
Entramos en el reciento, y me acerqué a un stand donde una vieja con cara agradable echaba las cartas y leía la mano.
Olía a incienso, la señora me sonrió, señalo el cartel donde indicaba que el precio de la lectura de manos era de 10 euros,
y después de dejárselo sobre la mesa, extendió sus manos a la espera de que yo pusiera la mía sobre ella.
Me acarició despacio con la punta de los dedos las líneas de mi mano, y su cara empezó a cambiar, como si hubiera recorrido con sus dedos un
camino no esperado.
- "Toma coge tus 10 euros, no veo nada, y no voy a cobrarte"
- "Sé que me está mintiendo, no es cierto, lo he visto en su cara, dígame que ve, no me importa que sea malo, pero no puedo irme sin saberlo..." - le digo casi gimiendo.
- "Está bien, si es así como lo quieres..., veo sangre y cristales, veo muerte, pero la muerte es en el pasado, hace años, es como si esta mano estuviera muerta, a pesar
de que por ella corra la sangre, tu mano está muerta y la línea de la vida se paró hace años, intento ver lo que pasó pero a mi me llegan gritos, cristales, sangre, alguien que ha muerto, el dueño de esta mano"
- "Usted está loca, es mi mano, y no estoy muerta... ¡¡NO ESTOY MUERTA!!"
- " Lo sé niña, pero me pediste que te dijera lo que veo, y eso es lo que ví, un accidente en el pasado cuando tú debías ser casi un bebe, cuando esa mano murió."
Salí de allí corriendo, sin poder contener mis lágrimas.
Volví a casa, las palabras de la anciana no dejaban de resonar en mi cabeza, ¿tendría razón? ¿sería verdad que algo pasó?
En ese instante como si alguien encendiera una luz en una habitación a oscuras, recordé el cajón de la cómoda de mis padres ese que siempre está cerrado con llave.
Algo me empujó a ir a su habitación y a abrirlo, como si supiera que allí encontraría las respuestas.
Con el abrecartas de mi padre, forcé la cerradura del cajón.
Hay un viejo libro de fotografías.
Abro despacio el libro, hay fotos de mis padres cuando eran jóvenes, me incorporo para sentarme al borde de la cama y del libro caen unos recortes de prensa, en ese momento no les presté atención absorta con las fotos.
Fuí pasando las páginas, mis padres de novios, la boda, el embarazo, y de pronto...
En brazos de mi padre dos bebes, gemelos, hay mas fotos, los dos bebes con mi madre, uno en cada brazo de ellos, fotos en casa y luego páginas vacías, no hay mas fotos.
Cojo los recortes de prensa del suelo y el corazón se me para.
Hablan de un accidente de coche, uno de los bebes que iba en el coche ha muerto el otro tiene seccionada la mano, y hablan del primer trasplante que se realiza en el país, y que tras 14 horas de operación han injertado la mano de su hermano muerto...
De pronto la puerta se abre, mis padres me miran, yo les miro, y cuando les veo llorar sólo puedo secar sus lágrimas con mi mano, "su" mano.