miércoles, agosto 27, 2008

Recuerdos

- No, no no y no. No quiero ir.

Corrió a su habitación, se dejó caer sobre la cama, y rompìó a llorar.
era inevitable, llegaba Semana Santa y sus padres la llevarían otra vez al pueblo, otra semana aburrida de procesiones, televisión, y paseos, odiaba aquel pueblo, ¿por que no la dejaban quedarse en Madrid, en su Madrid, algunas de sus amigas se quedaban y ya habían planificado una semana genial.

Pero que hacer cuando se tienen 16 años, y con patalear no basta, asi que un año más se vió metida en el coche en dirección a aquel pueblo.

De un año para otro, había cambiado, a las afueras estaban construyendo chalets, ella los miró extrañada ¿pero es que a alguien se le puede ocurrir venir aqui de vacaciones? Si esto es como enterrarse en vida.

Los primeros dias de la semana pasaron como ella suponia, paseos con sus padres, tediosas tardes pegadas a la tele, y alguna procesión de los pueblos de al lado, menos mal que entre el diario y el movil, las noches se hacian mas llevaderas. Maldecia su suerte, sus amigas ya habian ido a dos discotecas y al parecer habian conocido a unos chicos "monísimos" y con coche, y ella alli tirada en el culo del mundo, viendo pasos y capirotes. A punto estuvo de estrellar el movil contra la pared.

El miercoles santo se notó que las vacaciones reales empezaban, el pueblo cobró vida, y llegó mas gente. Esa tarde sentada en la plaza con su libro, vió llegar a una familia, no se fijó mucho, "una más" se dijo, pero de pronto oyó al padre llamar a su hijo

- Vamos Carlos, lleva tu el coche a ver si asi te animas un poco.

Ella miró hacia el coche, alli estaba Carlos, un chico de unos 18 años moreno, pelo largo, con sus vaqueros rotos, por un instante sus miradas se cruzaron, el levantó la mano y la saludo, ella no supo que hacer, se quedó mirando como entraba en el auto, arrancaba y se iba.

Aquella noche, no se quedó en casa, salió a dar un paseo, su objetivo era volverle a ver, quien sabe ¿y si se hubiera quedado en casa? pero ella no podría quedarse con la duda.

Y lo vió sentado junto a la fuente, con una psp en las manos.
Se acercó.

- Hola
- Ah hola.. tú eres la chica de esta mañana no?
- Si, y tu eres nuevo en el pueblo?
- Si, no queria venir pero me suspendieron dos y eso es como un castigo
- Vaya ya tenemos algo en comun, para mi, estar aqui es como ...un castigo.

Y asi con una charla tan poco trascendental, en una noche cualquiera, aquellos dos chicos se conocieron, sin saber que compartirian los mejores dias de su vida.

Compartieron sus paseos, alguna que otra procesión, los juegos de la psp, charlas de instituto, música, y sus cascos, y la noche del viernes santo mientras los tambores rasgaban el silencio, unos labios rozaron otros labios, una manos acarició una espalda mientras otra mano se adueñaba de una nuca.

El primer beso de amor, una descarga que nace en lo mas profundo y esquia por la piel, se introduce por cada poro, surfea en las entrañas y escala el corazón.

No hay tiempo para pensar, solo sentir, que mas da que la semana corra presa del tiempo, para que el domingo de resurrección, un amor muera atrapado en la distancia.

Y sobre el capó de un coche los adios se cruzan con un "te escribiré", los besos con las lagrimas, el sabor de la sal con el sabor de la boca, el amor, con el desamor... y una cara surcada de lagrimas se despide tras el cristal.

Luego llegaron las cartas, las promesas, el tiempo vuela, el año que viene, si mis padres me dejan iré a verte, una felicitación por Navidad, un "que la vida te vista de suerte", y el tiempo que se abre entre cada carta, como una grieta entre las montañas.. y la vida sigue su camino, y alli en un pasado que a veces se convierte en presente queda Carlos, y el primer amor.


Ahora ella lee su diario, ha pasado tanto tiempo, dos decadas, y siente en sus labios el calor de aquel beso, aquella sensacion, la cancion de fondo en el coche "too much love will kill you", y se siente morir un poco, por aquel amor, por los sueños que se quedaron en eso, sólo en sueños, por que a veces se vuela una vez, pero volver no significa volar otra vez.

Y en el cajón guarda de nuevo su diario.
Alguien espera en el salón y la cena aún no está lista.

lunes, agosto 25, 2008

25 Agosto...

Hoy simplemente no es un buen día...

Pero llego otra vez aquí, aunque hace mas de dos semanas que "aterricé" en Madrid.

Las vacaciones ya estan en el olvido.

Para mi, el final de Agosto supone empezar un nuevo año, vuelta al horario normal y emprender de nuevo el camino...

Pero antes, un recuerdo para las vacaciones, que este año se dividieron en dos.

La primera parte fuí a Florencia, y en el aeropuerto descargué y dejé el peso sobrante de mi maleta, me llevé la ilusión de volver allí, la suave brisa envuelta entre las camisas de dejarme ir, de dejarme llevar, de disfrutar de cada momento... y así fué.

La segunda parte volví a la playa, allí donde he pasado mi vida, y como la cancion: "... a veces no se debería volver a donde uno fué feliz..."

De la arena surgieron los fantasmas enterrados, en las olas llegaron aquellas botellas con los mensajes escritos de ilusiones y sueños, que nadie recogió.

Paseos por la playa donde veo caras del pasado, no me reconocen, antes cercanas y ahora a años luz, bebes correteando,parejas, sabor a sal que ya no tiene el mismo gusto.
Y me siento, cansado, tan lejos de todo, por que el futuro fue un sueño que tuve cerca, y como humo se desvaneció.

Pero miro a mi lado y veo una sonrisa que crece mas deprisa de lo que me gustaria y siento que la vida es un ciclo, y en esa sonrisa me veo,como cuando hace años alguien me lanzaba sobre las olas, cuando alguien aunque se mostrase lejano, me cogiera de la mano y jugase conmigo.

Esa sonrisa que es mi motor.

Aun quedan las estrellas desde esa terraza, aunque cada vez se ven menos con la contaminación luminica y aquello ya no es lo que yo recordaba.

Aunque los recuerdos perduren para siempre.

Vuelvo a mi Madrid, a sus calles semi desiertas, donde sobre el asfalto quedan esparcidos gran parte de lo que una vez soñé.

Dicen que me gusta ir de victima, que me recreo en ello, no lo sé, quizas haya algo de razon en ello, o quizas no, quizas sea solo un eterno solitario insatisfecho, o quizas sea el destino que me lleva a veces a rozar las estrellas con la punta de los dedos.

Quien sabe, pero en mi mochila quedan dias de vino y rosas, de golpes de felicidad, de sonrisas, de recuerdos, de calor, y tambien llevo vasos de cristal llenos de lagrimas, y de vacios y soledades, de noches frias, de palabras que se quedaron sin decir, de palabras que no regresaron. Y a pesar de que pueda parecer un eterno nostalgico, de vez en cuando sonrio a la vida y ella me sonrie, y saboreo esas burbujas de felicidad, y soy un viejo loco con sus locuras que rie como un niño, aunque haya gente que no lo entienda.

Y a las puertas de un nuevo septiembre se abre otro camino, donde me encontraré con mi viejito, con este espacio en blanco, con nuevos sueños e ilusiones, con atardeceres de color ambarmarina, donde madrid extiende sus brazos para arroparme de nuevo.

Con un camino que se irá haciendo poco a poco, día a día... quien sabe...

PD. Gracias a todos por seguir estando ahí.