lunes, marzo 31, 2008

La nueva familia

Subió las escaleras hacia donde le habian dicho estaba su habitación,
Abrió la puerta y sin fijarse en nada más se tiró a la cama y rompió a llorar.

Abajo tres maletas.
Abajo dos adultos. Un hombre y una mujer.
Alli. en el vestíbulo juntos a sus maletas, sus nuevos padres de acogida.

Era su tercera familia, recordó aquel amargo día una vez más, cuando el director entró en la clase y le llamó, sus padres habian muerto en un accidente de tráfico, y su mundo se vino abajo.
Sin familia, primero recaló en un orfelinato, estuvo dos meses, allí aprendió que para vivir a veces has de luchar, un ojo morado y un brazo roto fué su primera enseñanza.

Ahora estaba de nuevo en otra casa, otros padres, empezar de nuevo... muchas veces pensó en fugarse, en perderse, pero sabia que tarde o temprano le encontrarían y no quería volver al orfelinato.

Se enjugó las lagrimas y miró a su alrededor, la habitación era acogedora y muy luminosa, con su mesa de estudio, un ordenador, y muchos, muchos juguetes, se acercó a uno de ellos y lo miró.
Le gustaría cogerlo, tenerlo en sus manos y jugar con el, pero no debia hacerlo, se prometió que nunca se encariñaria con sus padres adoptivos, habia pasado ya por ello, y luego todo era igual, al cabo de tiempo, volvia al centro de acogida, la primera vez dolió y fué cuando se prometió que nunca mas.

Llamaron a la puerta, te giraste y la viste alli, su cara mostraba tristeza.

- ¿Te encuentras bien?, Sabemos que debe ser duro para ti, pero no te preocupes, tendrás todo el tiempo del mundo queremos que seas feliz aqui, nunca podremos ni queremos reemplazar a tus padres, pero si que llegues a querernos como si lo fueramos. Hoy si lo quieres te subo aqui la cena.

- No, no tengo hambre, iré a recoger mis cosas y me iré a dormir.
- Como tú quieras.

Pasaron los días, y aunque aún te mostrabas frío y distante, ellos eran pacientes, habian demostrado mas cariño que en las otras casas, pero aún asi desconfiabas.
Te daba miedo que un día llegará el coche negro se abriera la puerta y vinieran a recogerte.

Se acercaban carnavales, los trabajos de clase versaban sobre los disfraces,la fiesta el por que de celebrarlo.
Nunca antes lo habias celebrado, ni siquiera disfrazado, veias a los demas con sus disfraces felices y sentias envidia.

Esa noche, la noche antes de carnaval, no podias dormir, mirabas el techo de tu habitación cuajado de estrellas fluorescentes y empezaste a imaginar un mundo lejano donde....

... es raro, esta no es mi habitación pensaste, parecía un bosque, habia árboles, y el suelo era de hierba, parecia real pero no lo era, de alguna manera era tu cuarto, no habia un espacio abierto y sin embargo se asemejaba tanto a un bosque, te miraste la ropa, estabas enfundado en unas mallas verdes, te recordó a Peter Pan, saltaste de la cama y una luz salió del armario y revoloteó por la habitación

- hola hola dormilon, creia que te ibas a perder la noche de carnavales, pero al fin te has despertado, vamos, estamos todos para celebrarlo.

bajaste por la escalera que ya no era escalera sino un camino de piedras que daba a un valle, jurarias que era el salón pero... ¿lo era?

Alli en el centro del valle, estaban unos gnomos, unas hadas revoloteaban alrededor de ellos, y unos cuantos animales se acercaban a lo que parecía una celebración.
Seguias a tu hada, que se paraba de vez en cuando.

- Vamos , vamos.

Hasta que llegaste alli, unos cuantos elfos tocaban, una flauta, una lira, la musica era agradable, se notaba la felicidad en sus caras, los gnomos se unian a unos enanitos y agarrados de la mano bailaban alrededor de un fuego naranja.
te giraste y viste a unas brujas removiendo un caldero, miraste al hada asustado, pero ella sonrio

- No pasa nada son brujas buenas, hoy es el dia en el que celebramos la hermandad entre todos ya veras aun faltan por llegar.

Y fué asi, a lo lejos viste unos puntitos que se iban acercando y cuando los pudiste distinguir, estos se convirtieron en trasgos, en seres mitologicos, unicornios y centauros, alli estaban todos y te saludaban, y te sentias feliz, por una vez pensaste esta es mi familia, la de verdad, la que siempre he querido tener.
Agarraste la manita del hada y con la otra la de un elfo, y te pusiste a bailar, no recordabas cuanto tiempo hacia que no sentias eso que algunos llaman felicidad.

De pronto una sombra en el cielo surgió y lo cubrió todo, era un dragón alado, los gnomos corrieron al bosque a refugiarse en sus setas, la musica se interrumpió y todos miraban al cielo asustados, de entre las sombras surgió un caballero con una armadura que reflejaba la luz de la luna, miraste al caballero y en su ojos creiste ver los ojos de tu padre adoptivo.

Se acercó a ti.

- Has visto al dragón? necesito capturarle antes de que llegue al castillo, es la bruja del pantano, si llega antes que yo, hechizará a la princesa para siempre. ¿Me ayudarias?

Al principio pensaste que como un niño podria ayudar a todo un caballero, pero el hada se puso en tu hombro y te susurro - vamos nos necesita -
No lo dudaste, montaste con el hada en la grupa del unicornio y fuisteis hacia el castillo.

Llegaste al castillo, esta vez creiste ver que el castillo eran las escaleras de tu nueva casa y que la almena era solo el pasillo que daba a las habitaciones.

De una de ellas salió una princesa, - pero... si es mi madre adoptiva- no pudiste pensar mas, pues el dragon habia aterrizado junto a ella, el caballero de la armadura subio por lo que tu pensabas eran las escaleras, el dragon se giró y le atacó con las garras de su ala, el caballero esquivo el golpe pero no adivinó que era solo una estrategia el verdadero golpe era con la cola, esta le alcanzo en el pecho derribandolo.

El caballero te miro:

- Tienes que hacer algo, salvala eres nuestra unica oportunidad.

Y miraste hacia el dragón que se acercaba a la princesa. Sentias miedo, pero algo te impulsó a subir por las escaleras, esquivaste el primer ataque, y al saltar entraste en un hueco de la pared del castillo, una estancia que el dragón no habia visto, y sin embargo a ti te pareció el cuarto de baño de la casa, y viste un bote, y en ese momento supiste que con él podrias acabar con el dragon, leiste la etiqueta "espuma de afeitar" pero las palabras cambiaron "pulverizador antidragones"

Y te enfrentaste al dragón, este lanzo dentelladas que casi alcanzan tu brazo, luego en un giro repentino te derribo con una garra, ya creia que te tenia en su poder, acercó su cara a la tuya, lo suficiente para que la rociaras con el pulverizador, el dragon rugió de dolor, se alzó sobre sos dos patas y estallo en miles de bolitas de colores.

Te sentias cansado muy cansado, lo ultimo que viste fue unos ojos dulces y unas manos que te cogian en brazos....

Abriste los ojos, estabas en tu habitación, lo habias soñado? habia sido real?...

Cuando bajaste a desayunar no viste a tus padres adoptivos, alli tenias en la mesa tu desayuno, y una nota.

"Desayuna no tardaremos en estar contigo".

La puerta se abre y delante de ti aparecen ellos, disfrazados de princesa y de caballero con su armadura resplandeciente.

Llevan una caja.

- Vamos, holgazan es dia de carnavales, aqui tienes tu disfraz, o pensabas que te ibas a librar de ello?

Abres la caja y ves unas mallas verdes... y un hada que desde el fondo te guiña un ojo.

domingo, marzo 23, 2008

Funambulista

- Mírame, le dijo.

Y él la miró, a sus ojos, directamente, tendiendo entre sus miradas un fino hilo, donde un sentimiento, como un funambulista, lo fué recorriendo poco a poco, en un equilibrio eterno.

jueves, marzo 13, 2008

Retales




Sobre el suelo yacian perlas, perlas que cubrian cada baldosa, cada trozo de suelo de aquella habitación, perlas de lágrimas.

Del techo colgaban tiras de piel, no una, ni dos, sino cientos, miles, todos los trozos de piel que se dejó en aquel camino, en aquella parte de su vida.

Sobre la mesilla una caja abierta, y en la caja como un cristal roto, los añicos de sus sueños, de sus ilusiones se mezclaban con el rojo de su sangre, con los crepusculos en los que se había convertido cada trozo de su corazón.

Y sobre la cama una piel que recubria unos huesos, que formaban un cuerpo, ya casi inerte, despojado de vida, robada esta, con alevosía y nocturnidad.

En un último estertor de vida, se acercó a la ventana y la abrió de par en par, allí afuera la vida ardia en llamas de luz, de otoño y primavera.

Tomó su lápiz y sus últimas fuerzas llenaron sus dedos, en la pared de su habitación escribió:


Oggi oggi ho deciso alimenticanti...
Si oggi e solo oggi ho deciso imparare a alimenticanti
E perche l'ho deciso e perche mi sei mancato
e perche non voglio e non posso sentire la tua mancanza
Non voglio e non posso avere bisogno neanche voglia di te
e non voglio e non posso trovarti in mei sogni
E non voglio e non posso avere una ombra dentro di me...
e se c'e, voglio che sia deir ricordi, dei ricordi quelli giorni...
E per questo e per che l'ho deciso oggi e solo oggi
non voglio non posso non devo... amarte piu.


Abrió la puerta, y con una sonrisa fué a quemarse en las llamas de la vida.


La traducción, por si alguien no entiende el italiano

Hoy, hoy he decidido olvidarte...
Sí hoy, y sólo hoy he decidido aprender a olvidarte
Y por qué lo he decidido y por que no estas
Y porque no quiero y no puedo sentir tu ausencia
No quiero y no debo tener esa necesidad de ti
Y yo no quiero y no debo convertirte en mí sueño
Y yo no quiero y no puedo tener una sombra dentro de mí ...
lo que deseo es tener recuerdos, los recuerdos de aquellos dias
Y por esto que he decidido hoy, y sólo hoy
que no quiero, que no debo ... Amarte más.

domingo, marzo 09, 2008

Y una vez soñé


Gracias Karen por la cancion




Dicen los viejos de aquel lugar, que tras el arco iris hay una senda cubierta de margaritas y amapolas, que luce el sol en un cielo tan azul que duele mirarlo.

Y yo permanezco sentado en esta parada de autobuses, escuchando sus historias aferrado a mi vieja cerveza, amiga inseparable, compañera eterna, oyendo en la antigua gramola tristes canciones de hombres perdidos en el sueño americano, de historias de desamor, de luchadores sin destino, al sonido de una armonica.

Y una vez soñé que soñaba.

Dejo que un trago de cerveza aligere mi alma, sigo escuchando a aquellos viejos, sabiduria perdida y apartada por la sinrazon de una sociedad marchita. Y me encuentro solo y me siento solo. Cruce de caminos en aquella olvidada parada de autobuses.

Y una vez soñé que soñaba.

Decían aquellos viejos que la vida es un camino, largo y tortuoso, sólo hay que saber que botas llevar para poder andarlo, y yo detengo aquella conversación en mis oidos con otro sorbo de cerveza. Y pienso, y quiero saber, amor, si todo lo vivido no naufragó aquel dia.

Y una vez soñé que soñaba.

Aquel quejido de Bruce, me inunda el alma. como aquellas palabras de los viejos, luces en sus ojos de un tiempo ya perdido, oscuridad de ese tiempo que va pereciendo en el atardecer.... sigo varado en esta estación, sabiendo que he de olvidar, quizas arrancar recuerdos de cuajo aun sangrantes, no es fácil y lo sabes.

Y una vez soñé que soñaba.

Cerré los ojos, polvoriento camino, detenido en la estacion, me paralizas.

¡¡ que terrible es estar vivo, sin sentir el calor de una piel, el abrazo de unos besos, la luz de una mirada!!!

Y una vez soñé que soñaba.

Apuro mi cerveza, como quien apura el ultimo aliento de vida, ilusiones de jovenes, promesas incumplidas, añoranza y orgullo, todo junto a unas arrugas, rostros marcados por la vida.

Me levanto y les saludo, esbozan una ligera sonrisa, vida que guiña un ojo, lagrimas que mojan una tierra seca y yerma.

Esas mismas lagrimas que acunan mi alma, salgo a la calle, estacion solitaria, polvo y soledad, cruce de caminos.

Y una vez soñé que soñaba.

Cruce de caminos, no sólo unas líneas que se cruzan reales en la tierra, sentimientos encontrados personas y lugares, amigos y amantes, que me han llevado hasta aquella parada, varado en aquel cruce, Cerrando los ojos y recordando cuanta gente ha pasado en mi camino, añoranza de sentimientos, que se hunden en el alma como puñales afilados, nostalgia por tiempos vividos, nostalgia por tiempos que no seran.

Y una vez soñé que soñaba.

Y ahora aqui parado, cuando todo parece envejecer a una velocidad de relampago, me siento viejo, me siento joven, sin saber cual será mi proxima estacion.

Y una vez soñé que soñaba..... contigo.

lunes, marzo 03, 2008

Un cuento

Aquel pueblo era lo que siempre habia soñado.
Sus casas blancas salpicaban la ladera, y al final, el mar.

Un mar azul, de un azul tan intenso que se tornaba en verde turquesa.
Allí habia llegado, aún no sabia si huyendo de su vida, de él mismo, o por que era realmente lo que deseaba.

Había alquilado un pequeña casa, de paredes blancas, algo alejada del puerto, no queria oir la algarabia de las gaviotas, cuando los barcos llegaban al anochecer y descargaban el trabajo del día.
Necesitaba un espacio de silencio y tranquilidad.

La casa se dividia en dos alturas, en la parte de abajo, un pequeño salón, presidido por una cristalera, una pequeña chimenea a la izquierda de la puerta de entrada, detras tras un arco la cocina, de fogón, de las antiguas, y a la derecha una pequeña puerta de color teja da paso al lavabo, que soprende por su amplitud con una gran bañera y una ventana que inunda todo de luz, y desde donde la montaña aparece vigilante.
Enfrente de la puerta hay una escalera por la que accedes a las dos habitaciones.

En una de ellas, la que daba al mar dejó su maleta y su mochila gris.
Le gustaba aquella casa, tenia el aspecto acogedor de su antigua caja de cerillas, ese sentimiento que dan las paredes cuando sientes que es tu hogar.

Bajó al pueblo y recorrió sus calles, estrechas, algunas puertas abiertas dejaban ver los patios interiores, olia a madera y pescado.
Su mente voló a la gran ciudad, a las avenidas repletas de coches, a las esperas en los restaurantes, a los paseos por el rastro, a los encuentros con un viejito. Y sin embargo no se arrepentía de haberse ido.

Se acercó al puerto y vió los viejos barcos atracados, aun podia percibirse el sudor de unas rudas manos tirando de las redes, a pesar de que el agua se habia llevado cualquier rastro del día, podias sentir los olores, la mezcla del pescado con el sudor de los pescadores.
Seguiste andando, hasta la playa, a esa hora ya vacia, y te sentaste en la arena aún caliente, el cielo se iba perlando de estrellas, y el rumor de las olas invitaba a cerrar los ojos.

Eso hiciste, y un aluvion de recuerdos se te vino encima.

Llegó un nuevo día, y empezaste a escribir historias, esas donde te volcabas, donde en cada trazo de tu boligrafo iba una parte de ti, un sentimiento. Y llegarón historias de sirenas, y barcos destrozados, y hablabas de tus charlas con un viejito, de recuerdos olvidados en posos de cafe, en una vieja cafeteria.

Y en cada cuento, ibas dejando una parte de ti, y las historias te iban absorviendo mas y mas, hasta convertirse en tu vida, donde por fin llegabas a sentirte bien, donde volvias a enamorarte, y corrias detras de una mirada, de unos labios, de un abrazo.

Al final cuando soltabas el boligrafo, y mirabas por el ventanal de salón, sentias que todo estaba bien, que todo iria bien.

Convertiste tu vida en tus cuentos, y los cuentos en tu vida, la línea que los divide se hacia cada vez mas y mas fina. Hasta que un día ya no hay diferencia, y te sientes caballero con armadura, te sientes el niño del árbol, o a veces un narrador de historias que las vive, y ya solo quieres ser eso, un cuento.

Nunca más se te volvió a ver por el pueblo, ni en la playa, ni el puerto, las luces de tu casa se apagaron, hasta que un día alguien entró, no estabas, pero si tu maleta y tu mochila, pero si sobre la mesa tu libreta y tu boligrafo, como si no te hubieras ido.

Y alli escrito tus ultimas líneas...

"sólo soy un cuento.... sólo quiero ser un cuento...."