jueves, diciembre 27, 2007

habitación 2008

Es hora de ir dejando esta habitacion, la 2007, atrás quedan 12 estancias, este año la habitación se abrió llena de luz y esperanza, hacía tiempo que no corria las cortinas y cuando lo hice entró una luz inundandolo todo, como si hubiera estado esperando tras el cristal el momento, y el momento llegó.

Ahora miro la habitación, la luz se desvaneció, pero aún conserva su estela, y siempre quedará ahi, entrecierro la puerta, y guardo todos los recuerdos, me siento en las escaleras de este hotel llamado vida, y pienso que aunque al final las cortinas volvieron a cerrarse, ha sido muy dulce vivir en esta habitación durante casi todos estos 365 días.

He tenido suerte, no me puedo quejar, aunque el último tercio del año haya sido duro muy duro, cuando la sensacion de que el suelo de la habitación ya no estaba bajo mis pies, cuando parecía que las paredes se volatilizaban con el roce de los dedos...

Y pronto nos daran la llave de otra habitación, la 2008, traslado a ella en mi maleta todos los recuerdos de la otra, risas, viajes en autobuses verdes en amaneceres sobre madrid, susurros, burbujas de felicidad, pero tambien me llevo lagrimas, nostalgia, y a mi compañera soledad, todo en mi maleta, a la espera de abrir esta nueva habitación y empezar a decorarla...

y me acercaré a la tienda y pediré...

Pintura para pintar las paredes con burbujas de felicidad, de las que se puedan tocar y no exploten, de las que se dejen atrapar para regalar.
Y echaré en el carro de la compra, cuadros de colores, para que al mirarlos pueda ver mares azules, verdes esmeraldas, y bañarme en ellos. Quitaré todas las cortinas, y me dejaré bañar con la luz de la luna, para que en mis noches de insomio acune mis recuerdos, y sean eso recuerdos.
Pondré esencia de canela y menta, agua de nenuco, y todas las mañanas su olor me recordará la esencia de la vida, la fragancia de sentir.

Y llenaré los techos de nubes de algodón rosas y violetas, surcadas por un gran arco iris, para recordarme que se puede volar si uno lo desea con el corazón, que nada nos ata a esta tierra, solo los lastres y las piedras que echamos en nuestra mochila.

Compraré sacos y sacos de café, para hacerlos por la mañana y ducharme mientras huelo a café recien hecho, aunque al tomarmelo derrame alguna lágrima por que ya no tengo a quien llevarselo.

Y por la tarde justo antes de que el sol y la luna se den el ultimo abrazo, saldré al gran ventanal de la habitación 2008 y desde alli oiré a maxwell, a tender pendergrass, y pensaré en manteles blancos sobre una mesa de madera que sonrie, en velas crepitando...

Y me llevaré palas, para no volver a enterrar en capas y corazas a ese Nico que a veces se esconde, para sacarlo a pasear y a jugar, a jugar con otro niño que ya no es tan niño, del que aprendo, con el que sonrio, con el que simplemente vivo, con el que cuando se va me deja con lágrimas en los ojos, y con la esperanza de volver a verlo.

Sé, por que me lo han dicho, que en algunas tiendas venden esencia de esperanza e ilusión, y si logro encontrarla comprare al menos un pack de 6 botellas de 2 litros, para tener en el armario.. ahhh y si esas fallan alguna de lambrusco que no es lo mismo pero un apañito si que hace...

Y en un libro de viaje, que me regalaron cuando abrí la 2007, escribiré mis deseos para esta nueva habitación, que iré decorandola dia a dia, dejando la puerta abierta a todo aquel que quiera pasar, por que en el fondo la habitación sólo cobra vida cuando alguien entra, y si me ayuda a decorarla bienvenido sea.

Y me voy ya, a recepción, a devolver la llave de la 2007, no saben que me he hecho una copia, por que aunque he dejado la puerta entreabierta, quiero volver de vez en cuando a ella, a sentarme en el suelo y a mirar sus paredes a olerla por que cada habitación tiene su olor, y esta huele a nenuco y a la sierra de madrid , a playa y arena, a ciudades, a risas y sudor, a toallas azules mojadas, a risas muchas risas, y tambien a lágrimas muchas lágrimas.

Espero que os den la llave de al menos un ático de maravillosas vistas, espacioso y luminoso, pero recordad, que la habitación se construye, se ilumina y se decora, dia a dia, con lo que uno va poniendo, con lo que los demas le van entregando, hasta llegar a convertirla en eso que llamamos "hogar".

Feliz habitación 2008

jueves, diciembre 20, 2007

Feliz NAVIDAD ¡¡¡¡¡



Sólo se olvida a las personas cuando desaparecen del corazón
(Para los que ya no estan en estas Navidades)

Para aquellos que se sienten un rompeolas, aguantando el golpe de las olas protegiendo su puerto, sintiendo cada golpe a la espera de que llegue la calma...

Para aquellos que se sienten faro, iluminando hasta que llega el nuevo dia, y se apaga, encendido, apagado, encendido, apagado...

Para aquellos que se sienten barco en noches oscuras surcando las aguas, viendo de lejos los faros iluminarse, sin puerto donde volver...

Para aquellos que esperan que las navidades pasen y que el nuevo año les traiga una nueva vida, empezar desde cero, ilusiones, sueños, caminos sin descubrir, nuevos por recorrer.

Para aquellos, que aun dudan de lo que tienen, cuando se han pasado una vida buscando, por que si al final no lo es, al menos lo han vivido, y no estaran solos en el camino de regreso.

Para aquellos que el despertar de cada dia supone entrar en un bucle de rutina, de mas de lo mismo, de ir y venir, de desear volver al sueño como un mundo magico que me secuestra de la vida.

Para aquellos que se anclaron en el pasado, en sensaciones vividas, en personas que transitaron, en miradas y sonrisas que alli se quedaron, que esperan sentados en el principio/final del puente.

Para aquellos que dan por perdido todo, que toman la resignacion como el mejor de los peores caminos, que bajan los brazos y la mirada, que dejan de luchar y se rinden.

Para aquellos que la vida les ha regalado un don, pero ese don les hace seres solitarios, donde la soledad es su amante y amiga.

Para aquellos que persiguen un sueño que se levanta como un muro y creen que dandose de cabezazos contra el terminaran por echarlo abajo.

Para aquellos que estan lejos de su casa, o que simplemente aun no saben cual es su hogar cuando su hogar es el mismo donde dibujan su sonrisa.

Para aquellos que sienten su "culo inquieto" y no paran de aqui para alla, buscando un lugar un camino, un fin.

Para ti que pacientemente lees este post, y quizas te de algo de calor, o una sonrisa...

Hoy sólo tengo estas letras, y mi sonrisa, mi abrazo mas calido, deseando que este año que acaba tenga un saldo positivo, dentro de todo lo malo que haya podido acontecer. que sirva de aprendizaje, de camino a otro que viene y que traera nuevos paisajes nuevos bosques nuevos arco iris....

Feliz Navidad.

PD: La sonrisa me ha dicho que le pido al nuevo año... me quiero poner a escribir mis nuevos deseos y "obligaciones" pero mientras tanto....

sólo deseo que traiga un poquito de felicidad, que me traiga la sabiduria para hacer felices a los q me rodean, la paciencia para dejar de ser algo gruñon, la tranquilidad para no desear cambiar lo que no se puede cambiar, la brocha y la goma para borrar a veces mi genio y pintar unas sonrisas, la llave para abrir mi coraza y dejar la puerta abierta, un cartel muy grande para escribir perdon, un martillo para derribar mis muros, y de alguna manera un manual para aprender a vivir.

martes, diciembre 18, 2007

Loca

(¿... alguna vez habras echado de menos... ?)

me han pedido que escriba un relato basado en una frase "espero que me ames a pesar de mi locura" y en vista de que este blog puede parecer un canto a la nostalgia y a la tristeza y mira que yo canto mal.... me he puesto y ahi va....



Escribió una nota, solo una línea con una rosa.La nota decia: "te amo a pesar de tu locura"
Tan sólo la conocia hacia unos días, y aun retumbaban en sus oidos su frase antes de marcharse.

La frase decia: "espero que me ames a pesar de mi locura"


Y alli estaba dejando la nota, esperando que no fuera demasiado tarde.

Una semana, hacia una semana que la conocia.

Fue en el bar de siempre, donde bajaba a tomar la ultima copa antes de volver a casa, y siempre despues de trabajar. Le llamó la atención sus grandes ojos, y su pelo corto, a lo chico.

Y cuando sonrió... cuando sonrio.... que podría escribir, eso tendriais que verlo.

Se le acercó y se sentó a su lado.

- Hola chico lindo

él la miro extrañado, ¿será a mi?, y sí era a él, a él que nunca una chica se le habia acercado.

Ella era una catarata de palabras, él un mudo sorprendido.

- Vamonos

Y soltó un billete sobre la barra del bar. Le cogió de la mano y se lo llevo de alli.

Balbuceaba.

-¿donde me llevas?, he de volver a casa, mañana madrugo

Ella no dijo nada.Corrieron por la Avd. Avellaneda, pasaron la calle D. Alvarez y subieron por Morelso hasta llegar a la Plaza Irlanda.

Alli pararon y en una pequeña fuente ella se descalzo y salto dentro.

- vamos, descalzate, ven aqui... - Mientras salpicaba saltaba en el agua.
- Pero tú estas loca, nos dentendran no puedo hacer eso, sal de ahi por favor...

Mas ella seguía saltando intentando mojar el traje de él, al ver que no podia cogio agua en sus manos y salió tras él.

- déjame, me mancharas el traje y es el que tengo que llevar mañana a la oficina.

Pero ella seguía corriendo tras él. Quien los viera pensaria que estaban jugando al corro de la patata.

Al final él se dio por vencido, en las manos de la chica quedaba poca agua pero la suficiente para mpaparle el pelo y aprovechar para besarle la boca.

ella cerró los ojos, él los mantuvo abiertos lleno de sorpresa.

- No queres, no te gustó?

No dijo nada, solo recogio su maletin. y se dispuso a andar calle abajo por Almte. Segui.

- Te vas? esperame.
- No, es mejor que me vaya. esto es absurdo.

Se puso delante de él y le miró con esos grandes ojos.

- saca al niño que tenes dentro. Bailemos aqui un tango

Y extendió su brazo,
Por un momento él la tomo en los suyos y bailaron unos pasos.

Pero la cordura se adueñó de él. La soltó y retomo su camino...

Ella volvió a correr, lo cogió y le volvió a besar.

Ella cerró los ojos, él tambien.

Cuando acabó el beso, solo pudo decirle:

- Tengo que irme esto es de locos.

Ella se quedo mirando como se marchaba
Y cuando estaba algo lejos le gritó:

- " ESPERO QUE ME AMES A PESAR DE MI LOCURA"


dejó la nota,
solo una línea con una rosa.La nota decia: "te amo a pesar de tu locura"
llamó a la puerta y....

viernes, diciembre 14, 2007

La habitación

Le mostraron el camino, hacia aquella habitación. Y en la puerta dejó su piel, su alma y su corazón, Si debia entrar en aquella habitación debia desnudarse, y ese era el ropaje que debia dejar en la entrada.

Y entró.

La habitación era amplia, diáfana, una mesa en el centro una silla, y una cama, no necesitaba mas, y cuando cerró la puerta oyó tras ella, "espera aqui ya te abrire".

Y todo se oscureció, No habia ni una bombilla ni una ventana, solo la oscuridad.

Y tus ojos se fueron haciendo a la sin-luz, tu cuerpo se hizo al sin-sentir, y detras de la puerta no se solo se quedó tu piel, tu alma, y tu corazon, sino que parte de toda aquel ápice de esperanza se quedó tras ella.

La tristeza se instaló contigo, y la convertiste en tu amiga, tu compañera y tu amante, y como los ciegos aprendiste a andar en la oscuridad, a moverte sin ver, y convertiste aquella habitación en tu mundo, un mundo que hiciste amigo y que de alguna manera "controlabas"

Olvidaste lo que había tras la puerta, olvidaste las llamadas que te hacian tras ella, para salir a jugar, a pasear, a correr, olvidaste la luz, y las sonrisas, y olvidaste que tras la puerta podrían haber unos brazos que con tu impulso te sacaran de alli.

las llamadas se fueron apagando, tu nombre que gritaban se fué apagando, los brazos que te esperaban se fueron alejando, nadie espera eternamente a quien se inmoviliza en su mundo y echa raices alli, donde el miedo crece y atrapa.

pero el tiempo se hace eterno y a veces hay alguien que logra entreabrir la puerta y aunque tu te instalas en un rincon como el preso que tiene miedo a su carcelero, ese resquicio deja entrar algo de luz, y tus pupilas ya echas a la oscuridad se contraen pero adivinan otros colores... colores que desde la puerta una voz suave te los cuenta y entra y acaricia tus cabellos y sientes una sonrisa calida que te cubre como una manta en invierno.

solo dura un instante y la puerta la vuelve a cerrar, sin mas sin decir nada, sin despedirse si quiera, dejando tras de si su olor su presencia su estela...

solo oscuridad
y la tristeza siente que su amante le ha traicionado
y le atrapa y le ahoga
y le hace el amor con tal pasion que le deja exhausto.

mas aquella luz, aquella voz ha anidado dentro, como el germen de la duda, de que hay algo tras la puerta por lo que moverse, sacudirse a pesar del miedo, a pesar de ti.

te levantas, el pomo de la puerta arde en tu mano mientras sientas el sollozo de la trsiteza al saber que su amante lo va a abandonar y tira de ti, tira y tira, pero te sueltas.

se abre la puerta.
cierras los ojos

Luz.
Inmensa luz.

Y cuando al final logras abrirlos hay un arco iris.

te vistes, con tu alma, con tu piel, con tu corazon, un paso y luego otro, y otro.

Caminado hacia el arco iris, sin mirar atras, dejando la puerta cerrada.

lunes, diciembre 10, 2007

Como el Humo




Estabas en aquel café, que tantas veces te había traido buenos recuerdos, risas amigos, y en aquel tiempo una sonrisa nueva, una mirada nueva...

Levantas la vista del block donde estas escribiendo y tu mirada se pierde por el ventanal del café, entre el frió y la lluvia de esa tarde de invierno, y en el silencio llega el eco de una sonrisa, la de aquella primera vez, la de un amigo de un amigo donde desde una esquina de la mesa sentías su mirada buscando la tuya, cruzándose, esperándote, y al final de esa noche cuando llegó a despedirse, te pidió el número de móvil, y tú, como una quinceañera, se lo tendiste con la mano temblorosa...

Desde ese momento tomasteis el autobús de la vida, el que os llevó a visitar lugares nuevos, donde cada momento era un tiempo para la sorpresa, donde el reloj se convertía en enemigo, donde cualquier lugar y momento era una invitación al desenfreno y a la pasión.

Casas de amigos, baños de bares, portales oscuros, en cuyos recodos dos cuerpos se encuentran con prisas, manos ávidas dibujando curvas, desnudando la piel para buscar lugares prohibidos a los ojos.

Nunca habia tiempo suficiente para estar juntos, nunca la distancia causó tanto dolor y ansiedad.

Y trás el cristal del café hace frío, sigue lloviendo, y sientes tus lágrimas quemar en tus mejillas, mientras escribes en tu block ¿cuando? ¿cuando?

Cierras los jos, y vuelve el eco de aquella puerta que se cierra tras de ti, y corres hacia él, le besas, os mirais y en el aire se escribe "nuestra casa"...

Ahora suenan pasos vacios, ¿cuando? ¿cuando? las risas se tornaron en quejidos huecos, ¿cuando? ¿cuando? las caricias se tornaron en tortura con dia y fecha fijas, ¿cuando? ¿cuando? empezaste a buscar un refugio en el sueño como unico barco de esperanza, ¿cuando? ¿cuando? el sonido de unas llaves en la puerta se convirtió en escalofrió que recorre la espalda, ¿cuando? ¿cuando? los fines de semana se convirtieron en desierto que cruzar...

Miras el café del que sale un humo que despega de la taza y te ves en el, eres ese humo dejando atras plato, taza y cucharilla.

Te levantas, guardas el block en el bolso y de la mochila sacas un billete de autobus , este diferente, el que te llevará lejos, muy lejos...

Tras los cristales la vida corre, desaforada, enloquecida, y miras y piensas, es hora de atraparte vida...

Y mientras sales, de tu taza de cafe el humo sigue despegandose...

viernes, diciembre 07, 2007

Palabras

Las palabras se desparraman por la mesa como si fueran gotas de vino de una copa tirada al azar.

Y todo esta cubierto de una espesa niebla, dias típicos de invierno, niebla que me cubre mientras deshago mis pasos.

Recuerdos mojados de navidades pasadas.
de paseos entre belenes gigantes.

Y me siento.
Y te veo.
Y me miras.

Y esas palabras desparramadas se han perdido bajo el mantel, en este viernes de puente, como aquellos puentes que al final uno tiende, y se sienta y espera...

Te miro.
Y me dices, ¿no tienes palabras hoy?

Callo.
Proponme un juego.
Juguemos.

Busquemos un tesoro.
¿Es ese el juego?.
Si.

Y este fin de semana habrá que buscar un tesoro, y el lunes me lo cuentas, no quiero tesoros de doblones de oro y plata, cuentame el tesoro de haberte bañado con una mirada, de un abrazo inesperado, de un te quiero que no oias, de un despertar con el desayuno en la cama, de un paseo, de ver las luces de navidad en los ojos de los niños, de abrigarte en un abrazo bajo la oscuridad de un cine de barrio.

Cuentame que tesoro te reservó este fin de semana, quizás, tan solo quizás, con solo saber mirar, verás que hay mas de uno, abre los ojos, déjate llevar, sientelo...

Me voy.
¿Te vas?.
Si, es la hora.

¿Buscaras las palabras?
Debajo de la mesa, las que se desparramaron.
Si, debajo de la mesa.
No miraras las faldas de las chicas?
No, solo buscare las palabras.
Espero que las encuentres
Yo tambien, las palabras adecuadas.

Te quiero.
Y yo.
Cuidate.
Cuidate tu tambien.

¿Nos veremos?
Si, sabes que si, cuando te mires en el espejo de nuevo.
Eso espero, reconocerme de nuevo.

Adios.
Adios, hasta la próxima.


Y en el vaho del espejo las palabras desparramadas escriben: feliz fin de semana.

martes, diciembre 04, 2007

el faro





(... en algun momento tu silencio dejara de dolerme...)

Otro domingo más, hace frió en Madrid, y me pongo mi chaquetón, la casa me quema aun, no me he acostumbrado a esta soledad donde cualquier sonido tiene su eco entre las paredes, y la unica manera de apagarlos es salir con mi musica a recorrer el asfalto que crepita con las luces de Navidad.

Enfrente de mi portal el circo estable abre sus puertas, no sé por que, pero desde pequeño odio el circo, quizas demasidas películas de payasos con risas rotas, haciendo reir por oficio no por sentimiento. Y recorro ronda de Atocha para subir por la calle de embajadores crisol de otros mundos donde la piel se oscurece y la ropa estalla en colores, aún a estas horas de la tarde hay recuerdos del rastro, ese que tanto me apasiona y se ha convertido en parte de mis domingos, auqnue ahora lo sienta de otra manera, ya no paro en sus puestos, ya no paro a decir .. "mira ¿te gusta"...".

Hace frío, pero no más del que siento por dentro.

Llego hasta la plaza mayor que ya la invade los puestos de regalos y la miro , con el bullicio de los domingueros que lo llenan todo, gente corriendo, parada sin orden ni concierto y el andar se convierte en un eslalon esquivando a unos y a otros, y en mis oidos resuenan los gritos ... "chenchoooo, chenchoooo...." de aquella maravillosa película "la gran familia" creo recordar y me siento viejo, recuerdos en blanco y negro...

La musica suena en mi ipod, suelo ponerlo en aleatorio y aun asi parece que hay una mano que atrapa aquellas canciones que golpean una y otra vez y se desbordan por mis ojos en forma de lluvia.

Paso por la Puerta de Sol camino hacia la calle que me llevara a la Plaza Santa Ana, y justo cuando pasó por el café Jamaica, alguien golpea mi hombro, me giró y ahí esta otra vez el anciano. Me quito los cascos y le saludo.

- qué sorpresa, ¿como esta?
- Bien helado de frió, ya me iba para casa, hoy no es un buen dia para pasear.
- No la verdad que no, pero venga, hoy me toca a mi invitarle a un café, aunque sea breve.
- No te lo rechazaré.

Y entramos en el café, y ahí está la mesa, libre, la única libre, como si me estuviera esperando desde aquellas mañanas donde a la salida de la caja de no se que provincia esperaba para luego un cafe breve rapido, pero que cargaba mi corazón de miradas susurros y sonrisas...

- Creo que no estas aquí... - le oigo decir.
- Perdone es que por un momento...
- NO te preocupes, ya he pedido por los dos, ¿y bien que tal estas? ¿como te va?
- Bueno digamos que me va...
- ¿Ummmm no es que sea una repuesta la tuya? ¿aun te apoyas enfrente de la salida de metro esperando?

Hay unos segundos de silencio...

- Sabes creo que tengo un cuento para ti. ¿te apetece?
- Claro que si, me encantan sus historias.

Mientras la camarera, una más de las que cruzaria el gran charco esperando una oportunidad nos sirve el café ese mismo que seguro viene de sus tierras, tierras ahora lejanas para ella donde probablemente su familia espere una llamada, un billete, un billete a esa europa de mierda, que vende quiloches y quimieras sólo para explotarles una vez mas...

- Bueno chico la historia es de un faro...

Y alli empezó su cuento,

"Se levantaba sobre el acantilado, alto, majestuoso, de un blanco inmaculado, retando a las rocas, retando a las olas, al viento y a la noche.

Por el día era una gran torre que parecia detenida en el tiempo, varada sobre el acantilado silenciosa, a la espera de que llegue la oscuridad, la noche y cuando llega..

Cuando llega la noche enciende su luz, y el faro cobra vida, una vida que va mas alla de su pared circular, que se desliza en las millones de partículas que rasgan la oscuridad, en infinitas vueltas, encendido, apagado, encendido, apagado...

En el horizonte algunas luces tambien aparecen como si quisiesen hacerle un guiño al faro, sabiendo que pase lo que pase, su luz los guiará de vuelta a casa cuando el alba despunte.

Y a pesar de todos esos puntos brillantes, de toda la resposabilidad de iluminarles, el faro se siente solo, muy solo. Desde la lejania de su risco puede sentir el frió de la noche, esa misma que no logra calentar con su luz aún a sabiendas que sin ella muchos de aquellos barquitos se sentirian perdidos.

Y a pesar de pensar que su función es indispensable, no le llena, todos aquellos barquitos tan lejanos, navegando libres y el amarrado al risco, inmovil, encendido, apagado, encendido apagado.

Llega el día y el faro se convierte en un edificio muerto, como si hibernase esperando, esperando a la noche, y de nuevo una noche más apagado encendido, apagado, encendido. Una y otra noche en un bucle infinito.

El faro siente la lejania de los barcos y en el fondo siente envidia, ellos navegan libres con un destino y luego regresan a su hogar donde les esperan con sonrisas de esperanza, con brazos abiertos y manos curtidas, y el, el faro solo apagara una vez más su luz, y se cerrará en cuanto el alba vuelva a despuntar.

A veces, los pescadores se acercan al faro, y celebran alli una fiesta en recuerdo de los que no volvieron en recuerdo de los que gracias a su luz encontraron el camino de vuelta. Y desde la altura el faro oye sus gritos, sus risas, y por un momento se siente bien, siente que a pesar de todo hay momentos, y esos son sus momentos.
Luego la gente vuelve a su pueblo, y el faro mira al horizonte donde hay un mar azul, de un azul tan intenso que se convierte en verde esmeralda.

Y llegara la noche otra noche más, apagado, encendido, apagado, encendido..."

Miré al anciano, sentia las lagrimas a punto de desbordarse y corretear por mis mejillas, me sentia asi como un faro perdido en algun risco lejano de algun mar lejano, donde habra barcos que surcaran las aguas de ese mar en noches cerradas, esperando la luz del faro, hasta que despunte el alba y se apague.

- Espero que te haya gustado la historia.
- No se como lo haces anciano pero a veces creo que sabes mas de mi, que yo mismo.
- Es la edad. en parte la experiencia de la vida, saber escuchar y mirar a los ojos, algo que se ha perdido hoy, ya nadie mira a los ojos, unos bajan la mirada, otros la pierden en sus propios pensamientos. Bueno, creo que es hora de me marche, hace mas frío y mis pobres huesos ya se quejan.
- Si, es mejor macharse, ¿le acompaño?
- No, gracias, no vivo muy lejos y me gusta andar solo.

Comprendí esa sensación, pues es lo que yo buscaba en mis paseos.

Nos despedimos en la puerta con un abrazo cálido, no pude dejar de mirarle mientras se perdía entre la multitud que abarrotaba la Puerta del Sol, y por un momento me sentí él, sentí que llegaría a ser él de viejo, caminando solo por las calles, contando historias a desconocidos, añorando un pasado.

Y me coloqué los cascos, recorri la plaza de santa ana, con las luces violetas en el hotel, y baje por la calle huertas, llena de bares, con sus cristales iluminados, dentro la gente reia. Metí mis manos en el bolsillo y me encogi un poco, sonreí, al fin y al cabo volvía a mi casa, a mis recuerdos, y sentí q encendia una luz, aunque mañana la apague de nuevo, aunque sea apagado encendido apagado encendido, y mire una cristalera de un restaurante asiatico, una mesa pegada a ella, unas sillas vacias, y sin embargo dos siluetas mirandose, como solo lo hacen los enamorados rozandose con las yemas de los dedos...

Mientras en algún risco, de alguna playa lejana un faro enciende su luz.

Apagado, encendido, apagado, encendido...

PD. Hay otros faritos... verdad be?

lunes, diciembre 03, 2007

Un pedacito de estrella

Permanecía sentado en su porche, observaba. La gente cuando pasaba a su lado se le quedaba mirando preguntándose que es lo que estaría alli haciendo todo el día, sentado, impasible, con la mirada perdida en el azul del cielo.
Sólo se levantaba para comer un momento, incluso a veces sacaba la comida y volvía a sentarse, parecía que llevase toda la vida allí, pero no era así.

Hacía unos meses que había llegado al pueblo, demacrado y con aspecto de cansado, como si hubiese recorrido miles de millas hasta encontrar aquel pueblo perdido en un bello paraje.
No dijo nada, apareció sin mas, cruzó el pueblo y se instaló.
A los pocos días, empezó a bajar al pueblo y la incertidumbre que habia causado entre los habitantes fue cambiando en amistad y confianza, a pesar de que mantenia su distancia, ese aspecto extraño y enigmatico le hacia para la gente aún mas atrayente. Y empezaron a correr los rumores, algunos decian que venia mas alla del mar, de tierras lejanas donde habia hechó una gran fortuna y ahora sólo quería disfrutar del dinero conseguido, los mas atrevidos comentaban que había sido soldado y luchado en mil batallas y ahora se habia refugiado en el pueblo esperando algun correo secreto para empezar otra misión. Y por ultimo los viejos del pueblo decían que era una persona que habia llegado alli recorriendo su camino, y ese camino le habia llevado hasta ese lugar sin mas, sin un por que ni un motivo especial.

El era ajeno a todos los cometarios, ni los aprovechaba ni los alimentaba, sólo intentaba seguir tranquilo, seguir su existencia que en esos momentos estaba alli, algo dentro de él le decia que debia estar alli y alli se quedó.
Solia despertarse temprano y tomando unas cuantas hojas de papel se acercaba hasta la playa y alli pasaba gran parte de la mañana escribiendo notas y notas sobre hojas y hojas, no hablaba mucho, a pesar de que de vez en cuando por el camino se le cruzaba alguna persona solo un hola o un como esta, salia de su boca. Y aún así despertaba entre todos un halo de misterio de cariño de comprensión, y fue entrando en sus vidas, y fue parte de sus vidas, de una callada manera como si no existiera, como si siempre hubiera estado alli con ellos.

Los días pasaron, y él seguía con su rutina, por la mañanas se le podía ver escribiendo en la playa y de vez en cuando perdiéndose dentro de el mar, alguna vez habia causado miedo en los niños por que desaparecía en las profundidades y hasta bien entrada la tarde no volvia a salir del mar, nunca dijo nada, nunca nadie preguntó nada, llegaron a acostumbrarse a verle desaparecer entre las olas y con la caida del sol volver a aparecer entre ellas. Y el resto del dia alli sentado en su porche mirando el azul del cielo sin decir nada sin hacer nada solo permanecer, solo estar mirando, menos cuando alguien le llamaba del pueblo y bajaba y compartia con ellos su existencia.
Una noche de verano, cuando el cielo estrellado quema y crepita alla arriba, algo empezó, al principio un ligero brillo, luego un fulgor, después un estallido y por ultimo un impacto.
Reposadamente se levantó y con un paso firme se dirigió al lugar de la caida, nunca se preguntó por que lo hizo o por que ni siquiera sintió miedo, sólo sabia que tenia que ir que tenia que acercarse y ver y tomar y aprender, y fue y vió y tomó, tomó un pequello trozo de estrella que aun brillaba, el resto estaba esparcido por el campo inerte sin vida, sin brillo, pero aquel pequeño trocito brillaba y daba la sensación de que ese brillo era un palpitar y lo llevó a su casa guardado en el bolsillo cerca de su pecho. Y lo sentia y lo vivia.

Dede aquel día ya no estaba en su porche sentado mirando a la nada, bajaba al pueblo y enseñaba su trozo de estrella, quería compartirlo con todo el mundo quería que fuese de todos pero a la vez tenerla el sólo. Y lo llevaba a la playa y se perdía con ella en las profundidades, donde nadie nunca preguntó donde nunca el dijo donde iba....
Y la estrella se fue apagando, y a cada perdida de brillo él perdía una sonrisa, y fue entonces cuando se dio cuenta que aquel pedacito de estrella no pertenecía a nadie, no podía ser de nadie y una noche se alejó de su casa hasta el mismo lugar donde un dia impacto aquella piedra, donde un día la vió, la tomó y aprendió.

Tomó todas sus fuerzas de su interior, dio un paso atrás y lanzó el pedazo de estrella lo más alto que pudo, y este como impulsado por una fuerza interior se fue alejando, alejando hasta hacerse invisible. Y él se quedó mirando, mientras por sus mejillas caian unas lagrimas formadas por recuerdos, llenas de ilusiones, y dio media vuelta para volver a su casa cuando un gran resplandor iluminó la oscuridad de la noche, y él volviéndose vió en el cielo una nueva estrella que brillaba apagando a las otras, palpitaba... y él lo sentía.

Dicen que a la mañana siguiente lo encontraron sentado en su hamaca alli en el porche, muerto, con una sonrisa en su cara y con las ropas empapadas de agua de mar.... mirando al cielo, mirando a las estrellas.

Cuando cogieron sus escritos, solo había una hoja con unas cuantas lineas en las que decia que si algun dia moria queria que lo devolvieran a la mar, de noche con la cara hacia las estrellas, el resto de las infinitas hojas no podian leerse estaban escritas con agua, con agua salada, con agua de mar.

Y esa noche brillo el cielo mas que nunca, la luna no quiso salir, el mar estaba tranquilo como esperándole.. una vez mas... y la gente nunca supo como llegó al pueblo ni nunca preguntaron donde iba cuando desaparecia en la mar, solo le recordarian como el hombre del mar y de la estrella.


Y cuentan los viejos del lugar que en las noches sin luna, una estrella brilla tanto como si fuera a estallar y entonces el mar refleja su brillo y desde el horizonte desde las profundidades aparece unos rayitos que danzan con la luz de la estrella sobre las olas hasta el amanecer... y todos en su interior saben que es el baile de aquel hombre y su estrella.

PD.: Un nuebo blog de mi compi de fatigas Edu... notieneporque

viernes, noviembre 30, 2007

El sapito

Había una vez una charca donde nacieron varios sapitos, mama sapa los llevaba de aqui para alla, dentro de la charca para que fueran aprendiendo a saltar de nenúfar, todos saltaban sin ningun problema menos uno.

Por las noches se ponian a croar, y el sapito que no sabia saltar croaba y croaba sin cesar como si estuviera cantando a la luna, era tan dulce su croar, que algunos animalitos se acercaban a la charca solo para oirle.

Por las mañanas cuando tocaba la clase de saltos, todos sus hermanos se reían de él, incluso mama sapo se acercaba con una leve sonrisa, y le decía:

- Mira no ves a tus hermanos saltar de nenufar en nenufar, venga ellos lo hacen bien y tu eres un patoso, como llegaras a ser un buen sapo si no sabes saltar...

Y el sapito ponia todas sus fuerzas en las patas traseras, uno dos tres.... y plofff no llegaba nunca al siguiente y cuando asomaba la cabeza del agua podía oir a sus hermanos y a su madre como se reian.

Sólo en las noches cuando se alejaba un poco y se ponía a croar, era feliz, a pesar de que aun resonara en su cabeza "...venga ellos lo hacen bien y tu eres un patoso, como llegaras a ser un buen sapo si no sabes saltar..." y alguna lagrima se le escapase de aquellos enormes ojos.

Fué creciendo, como sus hermanos, pero nunca supo como saltar igual que ellos, y siempre terminaba en el fondo de la charca oyendo a sus hermanos y a su madre "no sabes saltar no saltar, mira a tus hermanos como lo hacen de bien mira a tus primos... no llegaras a ser un sapo..."

Hasta que un día no pudo más, y nadando abandonó su charca, y se fué lejos lejos, tan lejos que él creia que nunca oiría mas las risas de sus hermanos ni la voz de su madre, pero no sabia que por mas que se alejase todo eso lo llevaba grabado en su pequeño corazón.

Y encontró otras charcas esperando que allí lo aceptasen tal como era, no saltaba mucho, pero su croar era el más bello. Y sin embargo siempre recibia lo mismo, por mucho que se esforzara, al final lo abandonaban por que no llegaba a saltar, ni siquera las sapitas a las que con su dulce croar intentaba llamar la atención, le hacian caso, al principio si, pero al final siempre se iban con algun otro sapo que saltará más que él.

Ya pocas charcas quedaban por recorrer en aquel bosque, y cuando el sapito pensaba que vagaria eternamente de bosque en bosque, encontró una pequeña charca, y aquella noche vió a una sapita con el croar mas horroroso que se pueda imaginar, tanto que casi se tuvo que taparse los oidos, pero al ver lo sola que estaba sintió pena, y se acercó.

- Hola, ¿muy sola se te ve, no?
- Hola, si nadie quiere croar conmigo lo hago tan mal que todos me huyen

Y el sapito se juntó a ella.

- Vamos, intenta seguirme..

Y se pusieron a croar juntos, el sapito intentaba enseñarle como limar las imperfecciones, mientras la sapita lo miraba incrédula, él que croaba tan bien estaba con ella que lo hacía tan mal.

A la mañana siguiente la sapita salto llena de alegría pero al darse la vuelta vió que el sapo no conseguía acercarse.

- que te pasa?
- No se saltar, vete, no pasa nada, sigue saltando.
- No, no me iré, tu no me dejaste cuando me escuchaste, ahora yo te enseñaré a saltar y si no, pues saltaré a tu lado, como tu croaste a mi lado.

Y así fué, abandonaron la charca y se fueron a una propia, alli donde por las noches se oye un hermoso croar, y otro... no tan bello, donde una sapita da saltos de nenufar en nenufar y el sapito salta y nada, nada y salta, pero ya nadie se rie de ellos, ya nadie dice que se fijen en los otros sapos.... por que ellos sólo se fijan el uno en el otro.... ellos aprenden de sus diferencias...

Fin.

miércoles, noviembre 28, 2007

No busco

No busco melenas al viento, ni pelos pantene...
Sólo busco una cabeza donde mis dedos se enreden en tu pelo

No busco unos ojos azules intensos bellos sin igual...
Sólo busco una mirada que sepa taparme del frio que me llena

No busco una boca perfecta ni unos labios pintados
Sólo busco una sonrisa que sepa vestirme por el dia y desnudarme por la noche

No busco un pecho perfecto de silicona ni talla 100
Sólo busco ese pecho donde reposar la cabeza cerrar los ojos y sentir como respiras

No busco unos brazos largos y finos
Sólo busco unos brazos que me atrapen como rompeolas que protege de las tormentas.

No busco manos cuidadas de uñas largas y pintadas
Sólo busco esas manos que me acaricien y se lleven mi miedo

No busco un cuerpo diez y cuidado de gimnasio
Sólo busco ese cuerpo que me de calor entre mis sabanas vacias

No busco piernas largas y estilizadas
Sólo busco esas piernas que se enlacen a mi cintura y me amen.

No busco unos pies perfectos en zapatos de tacon alto
Sólo busco alguien que camine a mi lado, ni detras ni delante.

No busco la perfeccion, por que yo no soy perfecto.
No busco la pareja ideal , por que yo no soy un ideal
No busco el amor infinito, por que el amor se hace dia a dia.

Por que sólo y sencillamente sólo, te busco a ti.

lunes, noviembre 26, 2007

Mi caja de cerillas



Llego a casa cuando las luces de la calle mojan las aceras, la llave gira quejumbrosa sabiendo que tras la puerta sólo hay un aire frio.

Es mi caja de cerillas, la adoro, mi cama desde donde puedo ver la tv, la esquina del ordenador donde tantas y tantas horas echo....

No se oye nada, solo el ronroneo del ventilador, el ordenador descargando... y enciendo una tenue luz, que rasga la oscuridad, y las paredes sangran recuerdos y si te pegas a ellas aun puedes escuchar otras voces, otros sonidos que quedaron alli impregnandolo todo, como si fuera un aroma de perfume..

la mesa de madera me mira, como si me pidiera q la volviera cubrir de aquellos manteles blancos, de cenas preparadas a la luz de la vela, mientras maxwell sonaba

Y aunque parezca mentira amo este rincon, un rincon que lo formó y creó una amiga, que tomo un camino que la lleva a ser feliz.

Un rincón que cobijo sentimientos y sonrisas, y secadores de pelo cuando despuntaba el alba cubierto de toallas azules.

Sientó el frió del invierno entrar por sus mil resquicios, y la sabana helada que espera mi calor, el unico del que ahora puede alimentarse.

Y mientras apago la luz y cierro los ojos, la casa sueña... sueña con que habra otras voces, otros susurros, que la mesa se vestira de gala para recibir una cena donde maxwell volvera a llenar de melodia y acordes las paredes.

Y la manta saltara del armario con deseo de tapar, mientras unos rayos catódicos inundan de luz y de sueños, la otrora oscuridad de esa caja de cerillas.

Y yo mirare a mi alrededor, y veré sombras e imagenes reflejadas en el espejo del armario, ese que tanto morbo desperto en noches de pasion, donde un corazon despedia su luz roja como si fuera un bar de carretera..

y la almohada soltara las risas atrapadas cuando una lengua jugaba con un oido...

Quizas entonces la caja de cerillas tome de nuevo vida, y se pinten las paredes, y la cama se abrá paraa recoger los sueños, taparlos y acunarlos.

Quizas entonces la caja de cerilla prenda.. prenda luces en el alma...

sábado, noviembre 24, 2007

Una historia


Hace mucho mucho tiempo, en un lejano lugar de un lejano país, habia un reino, y en el como en todos los cuentos su castillo, su rey, su ejercito y sus vasallos.

Cerca del castillo, como en todos los reinos, habia una pequeña ciudad, donde los artesanos y los granjeros vivian bajo la protección del rey. En una de estas casas vivía una familia, los padres y tres hijos, un chico, el mayor y dos chicas.

El padre salia todas las mañanas a trabajar temprano, era un hombre recto, criado bajo la sombra del que fuera un hombre con poder antaño.
Aquel padre creció bajo esa sombra, la sombra de querer al menos ser igual que su padre ya fallecido, sin darse cuenta que cada persona es, y él era tan distinto a su padre...

Para él, su familia era lo primero, y se enorgullecia de tenerla alrededor de la mesa, se sentía lleno y feliz, pero la sombra seguía marcandole de por vida, y para él ser el patriarca significaba no dejar un resquicio a los sentimientos.

La madre tuvo que hacerse cargo de la familia y suplir la ausencia del padre, un trabajo más que añadir a su vida, aquella vida tan lejana a la que habia soñado cuando conoció a un muchacho del que se enamoró y se casó, con un futuro por delante, que solo duró un suspiro.

Y asi pasaban los días, eran malos tiempos en el reino, con sus carestías, aquella familia no era ajeno a ello, lo que provocaba que el padre y la madre tuvieran sus peleas, y aunque el amor los había abandonado, ellos nunca se abandonaron,tales eran las costumbres en aquel reino.

Fué como una semilla en un campo abonado, aquel ambiente enrarecido, con aquella carestia afectiva. Y así fueron creciendo los tres hijos, con sus momentos felices, con sus lágrimas y con sueños...

Y hoy cuando los caminos de la vida se cruzan y separan, esos que han llevando a los tres hijos por parajes diferentes. Uno echa la vista atrás y vé que lejano estan aquellos días donde el tiempo parecía transcurrir lentamente.

El chico vive su senda, marchando solitario por su vereda, a veces acompañado, aunque más tarde o mas temprano su camino se torna solitario. Quizás en el fondo el sabe que ha de ser asi, quizas sea su destino, una forma de peaje a la vida, y sigue su marcha, aprendiendo a cada paso, intantando comprender que cada giro del camino le lleva a uno nuevo, en busca de llenar ese hueco de horfandad afectiva que le dejo aquel hogar, yendo de aqui para alla, con la soledad como equipaje en su mochila, dibujando puentes en su mente que crucen a un mundo soñado, donde quizas un día, pueda llegar y alguien le susurre al oido. "Por fin has llegado, tu camino tu puente te ha traido hasta aquí, a tu hogar, sin miedos por que ... todo va a ir bien, todo saldrá bien"

Y unas lágrimas recorrian sus mejillas

miércoles, noviembre 21, 2007

El puente

Llegó a aquel camino, cansado, tras un largo viaje. Y see paró. Y se dijo, he llegado.

Miró a su alrededor, era el sitio ideal, allí construiría su puente. Por que iba a ser su puente. Un puente que haría que llegaran a él.

Lo construyó poco a poco, despacio, para que pudiera resistir los envites del tiempo, del agua, del viento. Y poco a poco fué viendo que aquella obra tomaba forma. Hasta que lo terminó.

Le había costado, pero alli estaba un puente, un puente que llega... a él.
Y ahora sólo cabía esperar, por allí pasaría la gran comitiva con sus estandartes, con trompetas y clarines, caballos blancos abririan el desfile, rojo y oro, banderas y enseñas. Aquella que estaba esperando toda su vida.

Esperó.
Espero.
Y esperó...

Un día un viejo se sentó a su lado.

- ¿que tal la mañana? mirando el puente ¿no?
- Si aqui estoy, sé que dentro de nada vendrá una comitiva, un gran desfile y vendrá por mi. Asi que cada mañana me siento aquí y espero, llegará ese día, estoy convencido. Entnces marcharé y no regresaré más.

El viejo se quedó un rato pensativo. Al final dijo:

- Y si la comitiva viniera sin estandartes, sin banderas ni enseñas, ni caballos blancos ni trompetas ni clarines, solo una humilde comitiva, tranquila, pero con tanto valor como la que esperas. ¿La verias pasar?

El anciano se levantó y se fué.

El chico se quedó pensando, ¿y si el anciano tuviera razón? ¿y si de tanto esperar a esa gran comitiva, he dejado pasar otras menores pero no por ello menos importantes? ¿cuantas habrán pasado y quizás ni siquiera me fijé?



Y desde aquel día ya no espera brillo y oro, ni banderas ni estandartes, sólo que alguien se decida a volver a cruzar su puente.

sábado, noviembre 17, 2007

el sultan

Cuentan que hubo una vez un sultan atípico, vivía en el recinto de palacio, pero sin embargo le gustaba estar en una parte del edificio donde las estancias eras pequeñas, decoradas a su gusto, algo que él llamaba su horgar.

Decian que era apuesto, y se rumoreaba que tenía un haren con las doncellas mas bellas del lugar. Más nunca se le vió con ellas, ni siquiera en la fiesta nacional del país, pudo verse a una de esas doncellas.

Y como en todo país exótico, hay leyendas, que uno puede creerse o no , y hoy voy a contaros una de ellas, la leyenda del sultan solitario.

Como os he dicho cuentan que era apuesto, y que tenía el más envidiado haren, pero sólo era algo que se contaba, pues nadie lo habia visto.
Pese a todo el sultan era una persona introvertida, que le gustaba pasear por los jardines de palacio, y por las noches asomarse a su gran balcon y mirar las estrellas, se perdia en ellas imaginando otros mundos muy diferentes al suyo.

La corte estaba preocupada pues pensaban que alguna extraña enfermedad se había adueñado del sultan, triste y melancolico recorria los pasillos de palacio.
Vinieron médicos desde las cuatro esquinas del país y ninguno daba con la enfermedad
hasta que un día una anciana cocinera, pronunció las palabras fatídicas - "el sultan tiene mal de amores"-. Los médicos la increparon, mal de amores, mal de amores, pero si tiene el haren mas bello del reino. De pronto apareció el sultan y contestó a los médicos:

- "No hay haren, si, podrian ser las mujeres mas bellas del reino, pero no sentia nada por ellas, les di la libertad de irse, dinero y así hicieron. No preocuparos, mi enfermedad no es tal. Y ahora volved a vuestros quehaceres, a vuestros pueblos donde os necesitan mas que aquí"

Los médicos regresaron, más el sultan seguía vagando.

Una tarde se le acercó la cocinera.

- Señor debería salir de palacio, dejar estas murallas, mezclarse con el pueblo, disfrutar de la vida, de sus tabernas, de sus charlas, quizas asi su penar sea menos.
- Pero no puedo salir, me reverenciaran, me invitaran, no se mostraran tal como son y al final todo será igual.
- Pero y si deja aquí su ropa se viste como si fuera uno de ellos...

Al sultan se le iluminaron los ojos, y aquella noche salió de palacio.
Recorrió calles y plazuelas, vio gente pasar a su lado sin decirle nada sin reverenciarle, como si fuera un habitante mas y esa sensación le gustó.

Entró en una taberna, el bullicio y la algarabía le inundó y por fin, después de mucho tiempo sonrió.
Se sentó en una mesa lejana, quería pasar lo mas desapercibido posible, y observar, era su primer día y solo quería ser un mero espectador. En esto se acerca una chica y le pregunta que desea tomar, el sultan levanta la vista y se encuentra ante él, los ojos mas negros y hermosos que había visto en su vida, su pelo negro como la noche cae sobre sus hombros y cuando con una sonrisa le repite "que deseas tomar" el sultan solo suspira.

Volvió a palacio y corrió directamente a las habitaciones de la servidumbre, allí todos se alertaron, menos la anciana cocinera.

- No pude reprimirme, tenia que venir a decirselo, es cierto, es increible el mundo que hay ahí afuera, ahora me siento nuevo, otra persona, deseando que llegue mañana, pídeme lo que quieras y te será concedido.
- No tiene que darme nada, sólo le dije lo que de hecho hacemos muchos... vivir.

Y llegaron mas noches, el sultan paseaba y terminaba en la taberna donde poco a poco fué haciendose amigo de la chica.
Por palacio ya no era una sombra, sonreia sin motivo, paseaba entre la servidumbre charlaba con ellos, incluso se permitia el lujo de gastarles alguna broma.

Simplemente era feliz, y era feliz por que sin el saberlo se estaba enamorando.

Una mañana la anciana cocinera encontró al sultan por el jardín.

- ¿Se acuerda que le dije que tenia mal de amores y que debia salir del palacio?
- Si como no, gracias a eso soy otro.
- Pues ahora he de decirle que padece otra enfermedad.
- pero si me encuentro sanísimo, estoy mejor que nunca.
- es una enfermedad que llamamos amor, se está enamorando y es dulce y maravilloso, pero como las rosas, tiene espinas y puede sufrir mucho más de lo que estaba antes de salir de palacio.
- Imposible, no se puede sufrir sintiendo como me siento
- Lo sé, ahora está envuelto en una nebulosa, siente por cada poro de su piel, pero ¿lo sabe ella?
- ¿Ella?
- Si claro, esta asi por ella, no lo dude

Y el sultan se paró a pensar, y lo primero que vió fueron sus ojos, y su pelo negro como la noche, y esa sonrisa que era capaz de desnudarle. Y entonces se dió cuenta que estaba enamorado, que sus deseos de salir de palacio eran por verla, que aquello que sentía en el estomago ese vacio, era por ella.

- ¿Y entonces que debo hacer?
- Dificil pregunta, mi señor, primero deberá saber si ella le corresponde, deberá intentar quedar con ella, verla a solas... y ver si ella siente igual
- Eso no parece tan dificil.
- Si, pero tendrá que decirle la verdad no podrá ocultarle que es el sultan.

En eso no había pensado y se quedó pensativo, ahora su nueva vida tenia el primer escollo, ya no todo era tan perfecto.

Aquella noche, fué mas pronto a la taberna de tal manera que cuando llegó estaba casi vacia. La chica de nuevo se le acercó, pero esta vez el sultan no pidió nada, la miro y le dijo:

- Quiero que salgamos a dar un paseo, me gustaria hablar contigo
- Pero señor ahora no puedo, estoy trabajando y...
- Espera un momento.

Al cabo de un rato, el sultan regreso de hablar con el tabernero.

- Todo arreglado.
- Pero... ¿cómo?
- Todo tiene su precio, y tu tiempo tambien.
- Y de donde si no parece que tengais mucho
- el suficiente para poder disfrutar de un paseo a tu lado.

Y pasearon, él no podia dejar de mirarla, no era tan bella como aquellas chicas que le habian presentado para el haren, pero nunca en su vida se había sentido tan bien y tan feliz al lado de alguien. Ella le sonreia, y de vez en cuando le miraba de reojo, realmente era apuesto, y le parecía tan raro que se hubiera fijado en ella, que sólo de pensarlo sintió miedo.

Cuando volvieron a la taberna, el sultan la cogio de la mano, temblaban los dos.

- ¿Podré verte mañana? - le pregunto.
- Si, si asi lo deseas, pero recuerda que estoy trabajando, si vienes por la mañana, podré.
- Por las mañanas me es imposible, solo puedo a esta hora, vendre y veremos
- Veremos - dijo ella extrañada por el hecho de que no pudiera por la mañana.

El sultan volvió a palacio lleno de felicidad, no había rehusado a su petición, pero su alegría se empañó al recordar las palabras de la anciana.. "deberas decirle quien eres..."
Mientras en la otra esquina del pueblo, la chica pensaba en él, en el calor de sus manos, en sus palabras, pero había algo dentro de ella que le ponia nerviosa, ¿por que yo? ¿por que se ha fijado en mi? seguro que podria tener a quien quisiera, quizas por eso no puede venir a verme por las mañanas, habra otras, yo sólo seré un juego más... pero parece tan sincero.

Los paseos se hicieron mas frecuentes, y mas largos, ella no entendía de donde sacaba el dinero para que no tuviera que volver a trabajar ni tampoco que no pudiera verla en las mañanas, pero se sentía tan feliz a su lado. Y esa felicidad era un muro contra sus temores.

El sultan volvió a hablar con la anciana cocinera.

- Tus palabras siempre han sido sabias, pero ahora dime anciana, como puedo decirle que soy el sultan, y que deseo que venga a palacio, que deseo casarme con ella.
- Vamos despacio, señor, primero debe decir que es el sultan sin mas demora, cuanto mas tiempo pase mas podra sentirse ella engañada y entonces es cuando...
- Cuando, ¿cuando que?
- Cuando puede sentir las espinas del amor
- Sigo sin creer que el amor pueda tener espinas, es imposible.
- Ojala... no se le claven nunca.

Aquella noche el sultan fué decidido a decirle quien era.
Y durante el paseo, le pidió que se sentase.

- Tengo que decirte algo.

Ella tembló ligeramente, sus miedos arremetian contra el muro de lo que sentia por el.

- Soy el sultan, te lo he ocultado por que me era imposible venir aqui si todo el mundo supiera quien soy, no podria haberme mostrado ante ti tal cual soy.

Y ella lo miró detenidamente, si, lo amaba pero no entendia que ahora intentase engatusarla con esa mentira.

- Es una broma de las tuyas no? No puedes ser el sultan. Él estara en su palacio disfrutando de sus posesiones, de su riqueza, de su haren, cómo el sultan iba a fijarse en alguien como yo...
- Por que tú eres todo lo que siempre he buscado, por que eres bella, aunque no lo creas, por que me has hecho sentir cosas que ni siquiera en mis mas dulces sueños he imaginado, sencillamente por que soy si tu estas conmigo.
- Mira no me gustan estas bromas, mejor déjame si es lo que pretendes decirme, te cansaste de mi, y quieres engañarme, no sé por que lo haces, no lo se, pero quiero irme.

Y salió corriendo hacia la taberna, con lágrimas en los ojos.
El sultan sintió la primera espina atravesandole el corazón.

Cuando volvió a palacio lo tenia decidido, iría a la noche siguiente a la taberna como el sultan.
Y así sucedió, el pueblo entero se albortó cuando aquella noche el sultan y su guardia personal cruzó el pueblo hacia la taberna, la gente se arremolinaba y le seguian con curiosidad.
Cuando entró en la taberna el caos fué tremendo, el tabernero salió corriendo a recibirle, grito a la chica que trajera el mejor vino, desalojo a los que ocupaban la mejor mesa, pero el sultan se negó a sentarse, dijo a su guardia que saliese, y se sentó en la mesa de siempre.
Cuando la chica llegó con el mejor vino, no se atrevió a mirarle a la cara, pero él la cogio de la mano, levantó su cara, y se miraron.

Ella miró sus ojos, y de inmediato lo reconoció, era él, no le habia mentido.

- ¿Me crees ahora?
- Si te creo.
- Vendrás a palacio, quiero seas mi mujer.

Palideció, por un momento sintió que el suelo se movia bajo sus pies y sólo pudo decirle.

- No puedo contestarte a eso, necesito tiempo.

Y se marchó corriendo.
El sultan se quedó quieto en silencio, sin entender nada, habia sido sincero y sin embargo ella lo habia vuelto a dejar.
Mientras la segunda espina atravesaba su corazón.

Volvió unos dias después, cuando aun el dolor seguía instalado en su corazón, preguntó al tabernero por la chica, este le dijo que se habia ido, y que sólo había dejado una nota para él.

"Mi señor, mi sultan, no puedo quedarme no puedo casarme, somos tan diferentes su vida es tan diferente a la mia que quizas nunca podria llenarle, quien sabe que tiene su vida tras las paredes de palacio, su haren, no seré yo una mas? No puedo quedarme, no me busque... aún asi los dias que no era el sultan, que eras tú, te quise."

El sultan creyó que se volvia loco, mando tropas en su busca, emisarios a todas las ciudades, las noches las pasaba en vela paseando arriba y abajo. Mas cuando volvian las tropas diciendo que no habia rastro de ella ,el pobre sultan enloquecia de dolor.

Una noche la anciana se le acerco.

- Siento todo su dolor mi sultan, quizás la culpable soy yo, que le incitó a salir de palacio pero recuerde que le hablé del dolor del amor...
- Si, y yo no te creí, y ahora este dolor anida en mi corazón y no hay medicina que me lo alivie.
- No señor, quizas el tiempo y ni aún así se puede decir que eso lo llegue a curar del todo.

................. final 1
el tiempo pasó, y el sultan siguió reinando, pero en todos sus actos habia un aire de tristeza y nostalgia, cogió la costumbre de pasear por las calles de la ciudad, la gente se le acercaba ya no habia ese miedo al sultan lejano del palacio, un dia en el mercado, caminando se cruzó con una mirada, por un instante esa mirada le atravesó y esos ojos se pararon, solo un instante, tan breve y leve que solo pudo oir, "lo que tuvo que ser, fué".
Cuando se dió la vuelta aquellos ojos de aquella chica habian desparecido entre la muchedumbre.
Y el sultan vivió por muchos años más, dicen que hubo dias que sonreia y se le veia feliz paseando por los alrededores de la taberna, otros dicen que le vieron llorar en noches estrelladas, otros hablaban de su magnifico haren, si, ese que solo era imaginario...

........................................................... final 2

El sultan lloraba de dolor por las noches, los médicos no sabia que hacer con él, hasta que un día, reunió al consejo y delego el reino en ellos.
No podia vivir en palacio no podia gobernar solo quería intentar encontrarla.

Lo dejó todo se enrolo en un pesquero como uno mas y recorrió la costa de su pais.
Pasado el tiempo, arribaron en un pequeño pueblo costero, aquella noche se acercó a la taberna , se sentó en una mesa alejada a vivir de sus recuerdos, cuando se acerco la chica de la taberna, él al oir su voz levantó la vista y vió aquellos ojos negros, aquella melena negra como la noche y la misma sonrisa.

desde aquel dia no volvió a salir del pueblo.

Cuentan que el sultan se caso con una tabernera, que vivió como un mas, en aquel pueblo y que fue feliz como nunca antes lo había sido.


FIN.

viernes, noviembre 16, 2007

Acompañame a estar solo...



a pensar en mi para vivir sin ti

Con esta canción quiero agradeceros a todos los que aqui entrais y me escribiis, a los que entran y no dicen nada, y a los de afuera a aquellos que me acompañan para estar solo...

Gracias, gracias , gracias.... aunque las palabras se queden cortas... gracias.

PD.: Y en en especial a Inma, por que sus largas charlas por telefono son para mi como un bálsamo, nunca podré agradecertelo suficientemente.

El castillo



Cuentan que había una vez una princesa en un castillo de los de antes, con sus almenas y su patio de armas.
Todas las tardes la princesa se asomaba desde su almena, mirando al horizonte en espera que llegara su principe azul para salvarla de aquel castillo, imaginandose cómo cabalgarian juntos en un corcel blanco hacia el mar.

Hasta el castillo llegaron algunos caballeros, unos cuando vieron lo escarpado de la almena dieron vuelta atrás, -no merece la pena - se decian, otros lo intentaron, llegaban más o menos arriba, pero nunca alcanzaban la ventana, parecía que aquella almena crecía y crecía a medida que se acercaban a la princesa.

Hasta que un día llegó un viajero de lejos, y viendo a la princesa se dijo, no debe ser tan dificil llegar hasta allí, más si nadie lo ha conseguido, será por algo.
Cuando se acercó a la almena, lo que parecia adobe y ladrillo, no era mas que una simple capa, aquella almena esta formada por miedo e inseguridad, lo sabia muy bien, él tenia su propio muro...

Empezó a escarlar y escalar y cuanto más subia, más creía el muro, pero la princesa no contó que aquel que subia conocia bien el muro, y utilizaba resquicios para pasar la noche, para cubrise del frío, para esperar a coger fuerzas y seguir subiendo...

Poco a poco fué ascendiendo, lentamente, y la distancia a la ventana de la princesa fué decreciendo, hasta que llegó a ella por fin un día, pero cuando puso las manos en el quicio este crujió, la madera estaba carcomida por tanto miedo acumulado.

Y cayó al vacio...

Cuentan que la princesa sigue en su almena, ajena a todo, sin saber que ella misma podría derribar el palacio tan solo con abandonar sus miedos, tan solo con vencer su inseguridad...

¿y que fué de aquel viajero?

Aquel viajero..... bueno eso sería otra historia....

jueves, noviembre 15, 2007

La carta

Desplegó los dobleces, y la hoja se resintió, el paso del tiempo la había vuelto amarillenta y la tinta en algunas partes se había diluido.

“ Quizás sea esta la primera y última carta que te escriba, pero este verano será inolvidable. Cuando llegaste al hotel y pude verte por primera vez, nunca imaginé lo que nos pasaría. Una chica como tú y un pobre jardinero como yo, nunca harían una buena mezcla, pero aquella tarde en la que me decidí a llevarte al pueblo en la furgoneta del hotel, fue simplemente el inicio para mi, de algo maravilloso.
Podía ver tu melena correr con la brisa de la ventanilla abierta y el suave aroma de salitre inundarnos, y aquella primera sonrisa cuando me dijiste. “Pero ¿por qué me miras tan fijamente?” Luego vinieron las miradas ocultas mientras arreglaba el césped de la piscina, los encuentros casuales, el baile en el salón del hotel, hasta que llegó aquella tarde en la que te invité a pasear por el lago. Y mientras te enseñaba los caminos por los que de pequeño había jugueteado, el tiempo pareció aliarse, y una repentina tormenta cayó sobre nosotros, el agua nos empapó y debajo de aquel árbol mientras te abrazaba pude sentir el sabor de tu piel y de tus labios. Te hice el amor.

Tus padres, lo intuyeron, y ya después de aquel día fue casi imposible encontrarte, asi pasó el resto del verano, y ahora cuando caen las primeras hojas, el dolor se hace insoportable, tu ausencia, tu vacío y no tener noticias tuyas me está volviendo loco, aún asi espero que esta carta pueda llegar a tus manos, y sepas que te amo.”

Lo miró con ternura, él yacía en la cama, frío casi inerte. La puerta se abrió y la enfermera te preguntó: “¿Se quedara esta noche también?, ¿Quiere que le prepare la cama?” Asentiste. Aunque sabías que no la utlizarias.
Cuando apagaron las luces, te hiciste un pequeño hueco en su cama le agarraste la mano. Maldita enfermedad, que más daba que te dijeran que estaba en coma y que probablemente no te oyera, para ti él estaba alli, y te oia y te sentia.

Te estabas quedando dormida, justo cuando le oiste decir:”Gracias por leer mi carta, nunca dejaré de amarte”, y sentiste que apretaba tu mano.

Aquella mañana, cuando la enfermera fue a despertarte, solo encontró dos cuerpos abrazados... sonriendo.

domingo, noviembre 11, 2007

El viejo.

Cae una nueva tarde de domingo, como una capa de oscuridad que lo torna todo de ese color amarillento de las farolas, que le dan una sensación triste y nostalgica a la ciudad.
Me pongo los cascos, y salgo a la calle, la cajita de cerillas me ahoga, y como en la frase "he muerto tantas veces que no sé cuando me convertí en un fantasma", así recorro las calles de Madrid, como un fantasma, en busca de miradas, de gente, y recorro el mismo camino de todas las tardes, despacio sin prisas, ya no hay prisas para volver a casa.

Me detengo en el edificio donde suenan las doce campanadas, allí donde otras veces esperaba, apoyado a la pared, y busco una mirada entre miradas, y busco una sonrisa entre sonrisas, mas sólo veo la prisa de la gente, el maremagnum que se forma a la salida de la boca de metro.

De repente un anciano se pone a mi lado, y entre la música le oigo decir:

- ¿Esperando?
- No, ya no hay nadie a quien esperar... - le contestó.
- Entonces, imagino que recordando viejos tiempos, ¿algun amor?

Y sus palabras me hieren, hurtan mi soledad sin compasión, pero le miro y su vejez me transmite dulzura, no puedo ser grosero con él.

- ¿Tanto se nota?
- Tienes esa mirada perdida, esos ojos a punto de romper a llorar, lo sé, lo sé muy bien por que yo tambien lo he vivido.
- Tiene dotes de psicologo, ¿verdad anciano?
- Ja, jajaja, no, no, que va, esto lo da la edad, solo la experiencia de la vida, ¿que me dices si un anciano como yo te invita a un café?

Y sin saber por qué, asentí, en el fondo me veía un poco reflejado en él, transpiraba la misma soledad que yo.
Avanzamos un poco camino hacia Sevilla, que bien me conocia yo ese recorrido, luego giraba por una calle a la izquierda y daba a Huertas pero si girabas a la derecha estaba un banco o una caja donde algunas mañanas frías de invierno me habia escapado del trabajo sólo para tomar un café.... en el mismo café Jamaica en el que el anciano y yo entramos, y como por arte del destino nos sentamos en la misma mesa, si esa en la que tu y yo habiamos estado otras veces.

- ¿Que vas a tomar?
- Tomaré un cafe con leche, pero sólo si me deja invitarle.
- No, joven, le dije que le invitaba yo, y aunque me vea anciano, eso no quiere decir que no tenga dinero para invitarte.

Pedimos los cafés, y cuando él me dio su azucarillo, - es que lo tomo sin azucar, - un escalofrio me recorrio la espalda.

- Y bien, ademas de mirar a la gente ¿que hacias?
- Simplemente disfrutar de la música, salir de casa que me ahoga su soledad...
- Ahhh la maldita soledad...
- Si, asi es, - me sentía comodo hablando con él - esa soledad, me sentía como un vaquero de aquel lejano y viejo oeste americano, que un dia partío a caballo, en busca de su hogar y por mas millas que recorriese, por mas pueblos que pasase, nunca llegaba a encontrar su sitio.
- Bueno imagino que algo tendrá que ver, lo que te ha pasado, contabas, que donde estabas solias esperar a alguien ¿no?, imagino que ese alguien era especial.
- Si, muy, muy especial.

Me callé durante unos segundos. Y él entendió mi silencio.

- Ummmm, aún duele, entiendo... ¿me dejas que te cuente una historia?
- Oigamosla - le dije mientras bebia un poco de café, e intentaba que los recuerdos no me asaltaran de nuevo.

- "Una tarde un chico salió con su barca al mar, era una barca vieja y destartalada, pero él era algo impulsivo, y nunca temia que le pasara nada. Pero aquella tarde se levantó un viento de poniente que zarandeó la barca como si fuera una cascara de nuez, hasta que el barquito dijo "no puedo más" y se se dejó llevar por las profundidades. El chico temió por su vida, y clamando al cielo, gritó. "Señor, Dios mio, ayúdame, no quiero morir aún". Al rato pasó un barco cerca de él, mas no se subio por que esperaba que Dios le ayudara, así seguió implorando "Señor, Dios mio, ayúdame, no quiero morir aún", otros dos barcos mas pasaron, y otro tanto hizo rechazándolos, pues estaba convencido que el mismo Dios le sacaria del agua. Hasta que se ahogo.
Cuando subió al cielo y se presentó ante Dios, le dijo: "Señor, he estado implorandole que me sacara de allí, mas no hizo nada, ¿por que?".
Si hize, te mandé tres barcos para salvarte pero a los tres tu rehusaste, por eso ahora te encuentras aqui...""

Quizás estes asi por que no supiste ver los barcos.

- No te digo que no, entiendo que en situaciones así las dos partes tienen su culpa, pero para mi ha sido muy duro, creo que oportunidades de enamorarme asi no me quedan muchas, y pensé que ella podria haber sido la mujer de mi vida, como dice la canción, "no es perfecta mas se acerca a lo que yo simplemente soñé."

- Bueno... quien sabe no?
- eso pensé, cuando uno quiere tanto, a veces le parece imposible que alguien n se de cuenta, quizas asi debia ser... ya sabes, la vida...
- Me dejas que te cuente otra historia?
- Si es tan bonita como la otra adelante, ¿sabes? yo escribo historias quizas te copie, si me dejas...
- Bueno, ya hablaremos, esta historia es de hace unos cuantos años, es la historia de un chico q vivia en un pueblo de aquello donde los ricos ricos eran y los pobres eran simplemente otra cosa, y como suele suceder en estos casos el chico se enamoró de la hija de uno de los terratenientes. Fueron tiempos duros para los dos, escondidos, con el miedo como sombra a cada paso, besandose cada noche desde sus ventanas a la espera de un encuentro fugaz que les llevara lejos de todo lejos de aquel pueblo donde fueran felices.
Y sucedió lo que en estos casos suele suceder, una mañana le estaban esperando, la pasión se cobró su peaje, y un beso mas intenso que otro dejó la marca suficiente para que su familia descubriera su amor secreto, lo cogieron, le propinaron tal paliza que le dejaron en un estado lamentable, pero no contentos con ello, le metieron en el camión de la milicia. eran tiempos de guerra, nuestra guerra civil.
Y alli perdió si inocencia, supo del odio del hombre, de sus mas bajos instintos, y probo el sabor de la sangre, tuvo que matar, a hermanos como él pero con creencias diferentes, supo que la mayor agonia es un tiro en el estómago, supo que la muerte mas rápida un tiro en la nuca.
Solo soportaba aquel dolor en el recuerdo de su amor, de si ella lo estaría esperando.
Y cuando volvió al pueblo todo había cambiado, él no era el mismo, el país no era el mismo, ahora una dictadura reinaba, y ella como buena hija
y sin saber que habia sido del chico se casó con el hombre que su padre dispuso.
Aquello rompió el corazon del chico, vagó su pesar, como haces tú por las calles de Madrid, por los campos de esa ancha Castilla, trabajó en lo que le iba saliendo y se olvidó de vivir, simplemente sobrevivia.

- Entiendo su penar, es triste cuando amas, cuando sientes con tal intensidad y ves que se pierde en la nada.

- Asi es, el caso es que pasados 3 años, volvió a su pueblo, es duro vivir fuera del hogar cuando sabes donde se halla este, y un día se encontraron, y vieron que lo que habían sentido una vez no se habia apagado con el tiempo. Y esta vez sí, una mañana emprendieron camino a la ciudad, a Madrid y alli se perdieron, al final todos aquellos años lejos de ella le sirvieron, pues aprendió a trabajar en cualquier oficio, y les dió para salir adelante, ella no echó de menos la opulencia de su vida, ni el miedo a enfrentarse a sus propios miedos, junto a él lo superó. Y tuvieron sus tiempos felices, y tuvieron sus tiempos de crisis, pero con el dialogo con el amor los fueron superando, hasta que un cancer la llamó a ella una noche, una noche de hace tres años, y desde entonces el chico ahora un anciano recorre Madrid, las mismas calles que con ella paseaba, los cafés, y como tú, se siente un fantasma en estas calles a la espera que la muerte tenga a bien llamarle para volver a reunirse con ella, mas por eso no corre desaforado a su encuentro, pues este tiempo lo tiene y lo vive para ella, para que sepa q es feliz, que sus recuerdos lo llenan todo, que su vida es la de ella, y que a pesar de su ausencia ella no querría que se rindiera... nunca.


No pude reprimir mis lágrimas, sabía que me había contado la historia de su vida, y de alguna manera me la había confiado, y mi historia me parecía tan pequeña a su lado. Le miré a los ojos, vi un pozo de tristeza, y sin embargo sonreian.

- Bueno, escritor de historias que te ha parecido lo que te he contado
- Me ha parecido, que me has contado la vida de alguien muy cercano a ti ¿verdad?
- Si, asi es, muy listo.
- Y ahora mi historia en comparacion me parece tan pequeña...
- Dime crees que un amor es mas pequeño que otro?, cada uno tiene una capacidad de amar y eso no se puede medir.
- es cierto, pero debió sufrir tanto...
- Si sufrió pero al final la vida le regaló lo mas hermoso, piensa en ello, tu la tuviste, no fué eso un regalo?
- Si, si lo fué, tan breve...
- NO pienses en el tiempo, piensa en que lo hubo, no pienses que acabó, piensa que lo viviste, no pienses como acabó, piensa como empezó... la vida es un cruce de caminos, quien sabe lo que te puede deparar, hoy por ejemplo, estoy en tu cruce de caminos
- Si, y la verdad es que no sabes cuanto me alegro.

El café se había enfriado, no me importaba.

- Bueno se me hace tarde, y este frio hace mal a mis huesos.

Pagó el cafe, nos levantamos y cuando salimos del cafe nos miramos por un momento.

- ¿Le volvere a ver?
- Puede que si, puede que no, quien sabe, en cualquier cruce de caminos.
- Espero que todo le vaya bien entonces, aunque me gustaria volver a verle.
- Quien sabe joven, eso si, haga caso a este viejo pase lo que pase no deje morir ese amor, guardelo, conservelo, quizas vengan otros nunca un amor sustituye a otro, pero no lo olvide cuando uno ama es tal el regalo que le hace la vida que no ha de olvidarse, y me da, que tú no eres de los que te enamoras facilmente.
- Creo que me conoce mucho mejor que alguno de mis amigos, ¿me deja darle un abrazo?.
- Claro, venga ese abrazo.

Y le abracé, sentí un calor especial abrazando a aquel viejo, y cuando nos despedimos y vi como se marchaba, sentí tristeza por si no volvia a verle de nuevo, pero una inmensa alegría por que se cruzó en mi cruce de caminos...

Y fin.

jueves, noviembre 08, 2007

Mi maleta

carguemos las maletas de nubes de algodon, de sonrisas violetas, de abrazos carmesí, llenemosla de susurros, de besos sonoros, de canticos,
de imagenes de bosques frondosos, de amaneceres claros, de noches de dos lunas...

y cuando estemos varados en la estación de la vida, esperando al proximo tren o simplemente en un banco viendo la gente llegar y marchar, seamos como magos callejeros, abramos la maleta saquemos las risas, los besos, los abrazos, y pintemos la estacion de colores.. aunque nuestra alma esté llorando, que nadie lo sepa, que nadie lo descubra....

miércoles, noviembre 07, 2007

Encuentro

Ha pasado el tiempo, y sin embargo como en un extraño deja vu, estas en el mismo sitio, con la misma gente, como si nada hubiera cambiado... pero han cambiado tantas cosas, que cerrar los ojos es un ejercicio de dolor.

Ya no hay aquellos rituales, de mensajes y de gmail, ahora solo hay silencios y espacios en blanco como desiertos de nieve.

Y han cambiado tantas cosas.

De nuevo aquí, y ahora surge un encuentro.
El destino juega sus cartas, el mismo día que te confirman que vuelves a Terra, el mismo día que surge la posibilidad del encuentro...

Y tienes tu cabeza volada, tanto la pensaste, tanto la lloraste...

Se abre la caja de recuerdos, nunca se cerró, en las noches frías de tu casa de cerillas, corrian entre las sabanas, entre las patatas fritas, entre risas mudas, besos invisibles, abrazos desaparecidos. Ahora se refugian en tu mochila y te acompañan, saben que visitan lugares conocidos y se esparcen, flotan, se bañan en tu retina de tal forma que cuando cierras los ojos aún se proyectan en tu mirada.

Y temes ese encuentro, no sabes que persona aparecerá, quizas solo sea un fantasma de lo que una vez conociste, quizás sus ojos ya no miren a los tuyos y solo se crucen en unas lineas paralelas, las mismas que en la escuela nos dijeron que solo se cruzaban en el infinito... quizas sus manos se escondan de las tuyas, quizas su voz suene hueca y lejana...

Quedará algo de aquellos chats, de aquellos mails, de dulces palabras, de miradas que acunaban tus ojos, de sonrisas que te vestian de felicidad, de paseos contando como habia ido el día, cuando el día sabiendo que terminarías en sus brazos era un día especial y único, hubiera pasado lo que hubiera pasado en el trabajo.
de noches solitarias en casa, con el móvil al lado, con un ultimo mensaje de dulces sueños antes de caer rendido cuando aun los sueños duraban toda la noche, como puentes a cruzar para disfrutar de un nuevo día, un nuevo día a su lado.

Y sientes el frío helado del miedo, de que ya no quede nada, solo unos vagos recuerdos, una sensacion de que todo se diluyó en un pasado hermoso que fué seccionado, arrancado, cortado, decapitado de la noche a la mañana, empapandolo todo de nostalgia y tristeza como sangre seca.

Ahora solo quiero dormir, ir a ese lugar donde si uno lo piensa mucho puede volar , volar lejos a un estrella que un dia encontré y que me espera...

Si sólo pudiera...

Si solo pudiera.... coger el camino y partir.
Si solo pudiera.... saber que es lo que hay dentro de mi.
Si solo pudiera.... dejar fluir los sentimientos

Entonces viviria.

Si solo pudiera....compartir y recibir.
Si solo pudiera....deslizarme en tu mirada
Si solo pudiera....anidar en tus pensamientos

Entonces amaría

Si solo pudiera....tenerte una noche mas.
Si solo pudiera....encontrar la calle en la ciudad de la calle sin nombres
Si solo pudiera....dejar que el viento bese tus parpados

Entonces te encontraria.

Si solo pudiera....amarte
Si solo pudiera....sentirte
Si solo pudiera....ser yo

Entonces no moriria.

martes, noviembre 06, 2007

Premios




Hace poco tuve el honor de recibir un premio que creo no merecer... hoy me toca elegir entre los blogs que leo y dar ese premio... and the oscar goes to...

BOHEMIA Por que me gusta como escribes, lo que transmites, lo que nos dices... para que decir mas...

TROZOS DE CRISTAL Por que desde la primera vez que lo leí sentí que desnudabas tu alma, y cuando uno expresa asi sus sentimientos, me merece todos mis respetos y mis felicitaciones.

DEMASIADO TARDE PARA LAGRIMAS Por que tus palabras acunaron mi dolor, por que sientes como yo, y sabes plasmarlo como nadie... "he muerto tantas veces que no sé en que momento me convertí en fantasma".... ójala regreses

BURBUJA TRANSPARENTE Por que me gusta leerte, por que si, y por que has demostrado una sensibilidad como pocas.

AQUI NO VENDEMOS SIMULACROS Por que simplemente relatas la VIDA como nadie, como a mi me gustaria saber relatarla.

Y si me permitis queria dar una mencion especial a SIN AROMAS Por que tu cancion se ha convertido en mi banda sonoRa, me acompaña, me duele, me alegra, la siento, y sólo por eso te mereces mucho. GRACIAS

Y otra para GENTE MARAVILLOSA quizas esta vez no hayas tenido un premio, pero eso no significa que en esas palabras y detrás de ese blog no haya UNA PERSONA MARAVILLOSA.

No están todos los que me gustaria... pero lo importante es que os leo, os sigo y os llevo en mi corazon. GRACIAS

lunes, noviembre 05, 2007

Licencias

Me tomé la licencia de soñar, de montar en esas olas de espuma que forman las ilusiones, de crear burbujas de sonrisas, de montar puzles con trozos de sueños y recuerdos...

Sin saber que despues, hay que abrir los ojos, que la realidad saltará sin más, sin esperar... y estoy cansado de nostalgias y tristezas, de buscar lineas donde no las hay, de significados a palabras, de diferenciar besos de besitos....

......

Estabas asomado alli, en tu pequeña ventana mirando a tu barquito, varado en la orilla, aquel mismo barquito que llevaba toda la vida contigo. Cada centímetro de su madera era una historia, una sonrisa, una ilusión, unas lágrimas. Y ahora yacía varado tras la última tormenta, que lo sacudió sin piedad como si fuera una cáscara de nuez.

Te encantaba navegar, surcar esas aguas verdes esmeraldas, sobre todo en las noches de calma, donde las estrellas observan y la luna juega al escondite con las nubes, allí en esa inmensidad todo se siente diferente, la soledad, los problemas, la vida y el mundo.

Y podías reir, sentirte feliz, gozar como hacía tiempo que no gozabas navegando, dejando que solo la mar gobernara tu barco, sin prisas, disfrutando el tiempo.

Pero en un amanecer surgió la tormenta y alli tu y tu barquito sólo erais como azucarillos en el café, os disolvíais entre sus olas, entre sus mareas, y el mar jugaba con vosotros a su antojo, hasta que os dejó de nuevo en la orilla, tú agotado, tu barco destrozado.

Ahora desde aquel día, sales todas las mañanas y poco a poco lo vas reparando, una nueva madera aqui, mas clavos alla, tapando agujeros, recomponiendo su forma, ya no es igual, se le ven los remiendos, trozos que no encajan fisuras tapadas, pero aún asi es tu barco y son esos remiendos los que le dan la historia.

Lo miras desde tu ventana, con miedo, no sabes si aún está preparado, y sin embargo el mar, ese mismo que os dejó alli varados, vuelve a llamarte, a su manera reclama que vuelvas a navegar a surcar sus mares, y tú miras tu barco con miedo, con recelo, deseoso de volver a ver las aguas, de un azul tan intenso que se convierten en verde esmeralda,pero sabiendo que cualquier ola podria abrir una via de agua en tu barco que sería irreparable...

Y caminas por la playa sin apartar la vista de el, y lo empujas hasta que entra en la mar, te subes, pones rumbo al horizonte.

Navegas aún a sabiendas que tu barquito no resistirá....

domingo, noviembre 04, 2007

Gracias...



Para NICOLAS sinlatidos.blogspot.com por su enorme humanidad, y por poner tanto cariño en todo lo que escribe.



Llevo mucho, mucho tiempo escribiendo en este blog, he vivido muchas cosas y hoy alguien a quien conozco de hace poco tiempo por sus escritos, que me deja perplejo me arranca sonrisas, y me sorprende... ha hecho que me emocione y suelte una lagrimita... gracias Curroclint, te lo digo de todo corazón.

blog de Curroclint

sábado, noviembre 03, 2007

Brevedad

Todo fué rutinario, un mail de empresa, un revisión periódica... pero cambió cuando entraste a la sala a por los resultados, y viste la expresión seria del médico.

- Hemos visto una anomalía en su analítica, debería ir a su médico de cabecera y entregarle este sobre.

Tardaste dos semanas en decidirte, y casi un mes en recibir la contestación final.
En aquel despacho frío, con el olor a formol y hospital.

Una palabra y una frase, con eso bastó.

- Tiene cancer.
- ¿Cuanto tiempo?
- Todo es muy relativo, con la quimio....
- ¿Cuanto... ?
- Pocos meses, quizas tres, cuatro a lo sumo sin quimio.

Sentiste la incomodidad del médico, hay cosas a la que uno no se acostumbra, pensaste, aún no eras consciente de sus palabras.
Sólo al llegar a la soledad de tu casa, cuando abriste una lata de cerveza, pusiste tu música, y te tiraste en el sofa. Ahí fué cuando se te vino todo el mundo encima, tres meses o cuatro... sonreiste amargamente, ¡cuantas veces habias pensado en que harías si te tocara la loteria! ahora en vez de pensar en el dinero, tenias que pensar en un "regalo" ... de tres o cuatro meses.

Y lloraste.

Pensaste en tu hijo, en que ya no lo verias crecer, aunque un hijo "prestado" como tú decias por solo verlo cada 15, también te habia impedido verlo crecer.
Y todos los problemas que tenias se volvieron tan insignificantes que parecian borrarse de un soplo.

Te abriste otra lata de cerveza y otra, y luego un cubata y otro, hasta que notaste el efecto del alcohol, el sopor y caiste dormido.

Cuando despertaste la primera decisión estaba tomada, nadie lo sabria, llamaste al trabajo y dijiste que por motivos personales lo dejabas, tenias ahorrado dinero y con ello podrias vivir los meses siguientes. Lo segundo fue buscar un sitio lejos, al lado de la playa, para perderte unos dias, necesitabas saber como ibas a afrontar aquello... y sabias donde ir y a qué casa ir.

Asi hiciste, una pequeña maleta, una video-camara prestada y te fuiste a la playa.
Pasaste los días entre paseos por la arena, y tardes solitarias en la terraza escribiendo un guión para el tiempo que se avecinaba. Y mientras en la video camara ibas grabando un mensaje para el peque.

"Palabras de amor, explicandole lo que habia pasado, lo que te dolía no verlo crecer no estar a su lado cuando la primera chica le destrozara el corazón, o disfrutando de sus exitos y sus fracasos escolares, haciéndole ver que a pesar de que tu no estuvieras, tenia a su madre, y al novio de esta que le querian con todo el alma. Que la vida no acaba ahí, que seguirias a su lado aunque de otra manera...."

Y siempre terminabas llorando, y diciendote que tenías que ser fuerte...

Luego fueron las cartas, la carta a tu madre, explicandole las razones por las que ibas a hacer lo que al final has hecho, que no lo sintiera, que intentara ver que incluso en tan malos momentos ella seguia perdiendose en enfados absurdos en vez de disfrutar lo que la vida le estaba ofreciendo en sus ultimos días.
A tus hermanas, te dolia por que sabias cuanto les iba a afectar, y sobre todo tenias miedo de que no lo superasen , pero sabias que la vida sigue, continua pese a las perdidas y al dolor, este se va mitigando poco a poco hasta convertirse en un recuerdo...

Miraste la lista.

Tenias una carta pendiente la de tu ex. y en ella le pediste perdón por todo el dolor que habias causado, aunque ella tenia una vida feliz, siempre pensaste que te guardaba rencor,por aquel tiempo de la separación, quizas tú tambien podrias haberlo estado, pero como decias muchas veces, despues de 14 años sólo querias recordar los 13 años buenos y olvidar el ultimo.

Quedaba en la lista dos cartas, no tenias mas direcciones, el resto sería un mail aunque lo odiabas algo tan frio y tan distante.

Escribiste esas dos cartas, una para unos amigos, otra para la última persona que te habia acompañado, a la última que habias dicho te quiero.

Y guardaste las cartas y la cinta en una caja. hasta el último día de tu estancia en la playa.

Cuando volviste, estabas raro, todos te notamos extraño, pero nadie acertaba a saber los motivos. Y empezaste a quedar con gente, con amigos que no veias desde hacia tiempo, con aquellos compañeros que por una razon u otra no los habias vuelto a ver.

El destino te habia ofrecido la oportunidad de no dejar cuentas pendientes, de decir lo que siempre quisiste decir y no callarlo.... y no todos podremos decir lo mismo.

Recuerdo como me contaste lo que habias disfrutado el día que quedaste con ella, y que sin miedos le habias dicho todo lo que la querias, la habias abrazado y besado como se besa cuando sabes que va a ser el ultimo beso y no importa que te lo devuelvan o no.

Recuerdo como me contabas lo poco que te importaba ya emborracharte a cañas con los pocos amigos que tenias, diciendo todo aquello que sentias.

Recuerdo que habia dias que ni comias, enfrascado en tus escritos, en los mails, cuando me contabas que salias de madrugada con tus cascos a recorrer tu madrid, sin miedo, no tenias nada que perder.

Recuerdo que me dejaste unos correos de gente maravillosa que habias conocido y que querias que yo siguiera en contacto por si alguna vez preguntaban por ti.

Recuerdo el día que me diste las llaves de tu casa, y cuando te dije por que, solo me dijiste, por si un dia se pierden las mias.

Recuerdo cuando te despediste con una sonrisa, ¡¡ este finde me voy a la playa!!.

Recuerdo cuando sonó el telefono y me dijeron que habian encontrado tu cuerpo en la playa, cuando yo sabia que tu nadabas a la perfección.

Recuerdo cuando abrí el correo y vi tu ultimo email, "ve a mi casa alli hay una caja, por favor abrela y haz todo lo que en ella te indico."

Y aqui estoy con la caja abierta, con las cartas unas para dar y otras mandar, con la cinta, con direcciones de email, con tus cosas envueltas para regalar, mierda todo lo tenias tan preparado.. tan listo y nadie nos dimos cuenta...

Me pides que ponga tu musica mientras leo tu carta dirigida a mi, y me explicas tu cancer, que no querias quimio, que no querias que nadie sufriera en el hospital los largos dias ... e intento comprenderte en serio, pero perderte asi...

Me guardo el cd de tu musica, la necesito, la necesitare, quizas haga algua copia y cuando entregue tus cartas entregue tu musica por que sé que era parte de ti.

Me pides que no llore, que sea fuerte, que la vida sigue, y que has tenido suerte por que te ha dado tiempo para despedirte, para hacer y decir cosas que probablemente nunca hubieras dicho ni hecho... y aún asi me pides demasiado.

Cierro la puerta de tu casa, me llevo en tu caja tus sueños y tus ilusiones, y espero poder darlos tal como tú los diste...




PD. Este relato es ficticio, con él, sólo intento expresar que la vida es muy breve, que sólo cuando nos ponen al límite "nos movemos", decimos te quiero, abrazamos , lloramos, bailamos sin miedo a nada. A veces nos creemos inmortales, y en nuestro pensamiento anida un "mañana lo hago, mañana lo digo", y quizás mañana sea demasiado tarde.

viernes, noviembre 02, 2007

A un AMIGO

Estaba en aquella pequeña ventana, cuando la luz del sol va escondiendose,y da paso a esa luz amarillenta y mortecina de las farolas.

La miraste por un instante y en sus ojos viste la tristeza de las personas que ven la vida pasar.

Y aún asi, pese a la brevedad de ese instante, te embriagó su gesto, su mirada.. mientras pasabas iba cubriendote con una capa invisible de sensaciones... y ella te seguia con la mirada....


Al diá siguiente volviste a pasar, y ella seguia asomada allí, como si fuese parte de una imagen, ella y aquella ventana chiquita, ella asomada a un mundo que no lograba tocar con sus manos.

Y te propusiste cambiarlo, hacerla ver que afuera exisitia un mundo maravilloso que solo con alzar la mano se puede tocar.

Y cuando volviste a pasar por su ventana, te acercaste, y mirandola a los ojos, tomaste su mano, ella al principio tuvo miedo, pero cuando sintió el calor de tu mirada, tu suavidad, se dejó llevar...

Y le enseñaste lo que es correr con los pies descalzos, el mirar las estrellas en noches limpias, pasear a la luz de la luna, sentir como dos corazones se acompasan en un solo latir.

Ella aprendió de ti, y te ofrecio su sonrisa, sus besos, sus abrazos a cambio de tu mundo.
Y el cambio para ti fué bueno.

El tiempo pasó, y tu seguias mostrandole tu mundo, mas ella seguia luchando contra si misma, la comodidad de su ventana, de su hogar, de no jugarsela, el miedo a salir y lanzarse al exterior.

Y tú.. te dejaste arrastrar por ello, y fuiste dejando tu mundo, tus caminos, tus montañas, tus sueños y tus ilusiones, por que pensabas que lo que dejabas atrás valdría para que ella se diera cuenta y saliera de su ventana, de su mundo tras de ti.

Ella se sentia feliz compartiendo las dos cosas, viendote desde su ventana como estabas alli esperandola. De alguna manera te habia metido en su mundo, en vez de llevarla tu a al tuyo.

Y la tristeza de sus ojos se instaló en los tuyos, pese a que los minimos momentos que ella te daba te hacían feliz, no eran suficientes, tú deseabas más y ella sin embargo no parecía tener la fuerza suficiente para saltar de su ventana.

Y la hierba mientras tanto te echaba de menos, y las montañas mientras tanto te echaban de menos, y las noches estrelladas sentian tu ausencia.

Y un día, te presentaste en su ventana, la miraste a los ojos, la besaste... y la tendiste la mano....

Más ella dudó y se quedó allí, parada.

Y volviste a tus montañas, a tus estrellas... con lagrimas en los ojos, pero con la esperanza en tu corazón.


PD.: Hay momentos en la vida, que tras una esquina en un banco de la calle a la hora de la comida, encuentras a alguien especial, que te acompaña en la parte mas dificil del camino, sin pedir nada a cambio. Te dedico esta historia ojala fuera diferente pero no puedo cambiar lo que creo y pienso, GRACIAS amigo por estar ahí GRACIAS Alfonso, por que sin duda sin tu spalabras y apoyo no estaría ahora aquí. Ojala la vida te dé todo lo que en verdad te mereces y a veces te niegas a ver.amigo

jueves, noviembre 01, 2007

Halloween..

es halloween.. asi que hoy toca un cuento de suspense, terror.....

LA CHICA DEL LAGO



Hacía un calor insoportable, la radio del coche anunciaba el día más caluroso del verano, mientras yo me dirigía al lago.
La semana había transcurrido lenta y cansina, necesitaba alejarme de mi rutina y un día en el campo, solo, sería el mejor remedio para olvidar.
Llegué, aparqué el coche, y recorrí el pequeño camino salpicado de amapolas hasta la orilla. Tendí la toalla, me despojé de la ropa, y me puse los cascos mientras sentía la brisa y dejaba que mi cuerpo se relajara al sol.
No sé cuanto tiempo había transcurrido hasta que una sombra tapó el sol, me incorporé y la ví.
Estaba arrodillada, dejando que el agua mojase sus pies, su cabellera caía hasta sus hombros, reflejando la luz del sol, su piel blanca, mostraba los primeros colores de quien ha estado tomando el sol durante unas horas.
Era una imagen casi idílica, el suave vestido, corto, parecía deslizarse sobre su piel, había logrado atrapar mi mirada, cuando se dió la vuelta y me miró fijamente, sus ojos negros se clavaron en mi, haciendo que desviara la mirada, aun así me dio tiempo a percibir en ellos una sonrisa.

Cuando volví a mirar hacia la orilla, ella ya no estaba, volví a colocarme los cascos y al ir a recostarme en la toalla, surgió una voz.

-“Hola, es la primera vez que te veo por aquí.”

Era ella, a mi lado, pude observar de cerca su inmensa belleza.

- “No, vengo de vez en cuando, pero esta es la primera vez en este año”.
- “Yo vengo a menudo, desde la primavera, me encanta perderme aquí, dejar todo a un lado y aprovechar que es un lugar solitario para recuperar fuerzas”
- “Si, a eso vine, necesitaba descansar de la semana y olvidarla un poco, ha sido dura.”

Poco a poco la conversación se fue haciendo mas fluida, sin saber por qué, me sentía muy a gusto a su lado, y una confianza desconocida en mí se abrió paso.

- “¿Te gustaría cenar conmigo? Conozco un mesón chico pero lindo no muy lejos de aquí.”
- “Me parece perfecto”. – Me dijo.- “¿No te importa si vo voy con este vestido?
- “ No, estas preciosa”.
- “Gracias, eres muy amable, bien, entonces, ¿vamos?

Y me tomó de la mano para ayudarme a levantar, su mano estaba fría, y una sensación extraña recorrió mi piel, más su sonrisa me devolvió la confianza.

Conduje hasta el mesón, la visión de la chica a mi lado, después de tanto tiempo de soledad, me confortaba, por un instante empecé a sentirme enamorado. Bajamos y al ir a entrar en el mesón ella se giró y me besó dulcemente en los labios.

- “Gracias, por ser tan amable”. Dijo.

Lo improvisado del beso, me dejó algo fuera de juego, y ella dándose cuenta, me cogió de la mano y me llevó hasta la mesa.

- “Venga, no seas tonto, no tienes por que avergonzarte, sólo ha sido un beso, me caes bien, y hay algo en ti que desprende ternura y confianza.”
- “A mi me pasa lo mismo contigo, tu presencia hace que me sienta tan tranquilo... como no me sentía hace tiempo.”

Pedimos vino, y la cena, cada momento que pasaba mas me sentía prendido de ella, ahora a la luz de la vela sus ojos chisporroteaban y su sonrisa me envolvía una y otra vez.

- “Ya sé que puede sonar rutinario, pero dime, ¿vives en la ciudad?, ¿trabajas allí?”
- “ En cierta manera, si, allí trabajé y allí viví, pero, ¿no crees que no deberíamos hablar de eso?, es mejor disfrutar de esta cena, de esta noche, ya habrá tiempo de hablar de nosotros.

Y me llenó la copa.

Aproveché para rozar su mano, y de nuevo sentí la frialdad, quise darle calor con mis manos y tomé la suya entre las mías, pero el frío seguía persistiendo.

-“ No te molestes”. Me dijo. “ Debo ser de sangre fría, si notases mis pies te quedarías helado”.

Ambos reímos, en verdad que me aquella chica me estaba enamorando, me incliné y esta vez fui yo quien la besó, ella abrió sus labios y me ofreció su boca, y esta sabia a... si, al agua del lago....


- “Me gustaría....”. empecé a decirle.
- “Te gustaría pasar la noche conmigo”.
- “¿Cómo supiste que te iba a decir eso?, me dejas sorprendido.
- “ Lo sentí, sentí lo que me ibas a decir, y sí, yo también deseo pasar la noche contigo.”

Sentí que mi corazón se aceleraba, todo iba muy rápido y sin embargo no tenía ningún temor a que fuera así.

- “Bien pues te parece si nos vamos”
- “Si, vamonos ”. Le dije. “¿Vamos a mi casa?.
- “Perfecto, quiero saber cuales son tus gustos”.

Tomamos el coche, la noche había refrescado un poco, pero ella bajó del todo la ventanilla. Su pelo se mecía con el viento, lo cual la hacia aun más bella.

- “Esta noche, va a ser muy especial”. Me dijo.

Sonreí, y ella me besó de nuevo.
Alcanzamos mi apartamento, cuando salimos del coche, ví que todo su asiento parecía empapado de agua, pero no le dí mucha importancia. En el ascensor pude, al fin abrazarla y ya no eran sólo sus manos, a través del vestido pude notar lo fría que era su piel.
Entramos, y se quedó algo sorprendida por la decoración, esta era ligera con un suave toque minimalista.

- “Pensé que tendrías la casa mas revuelta, pero veo que eres muy ordenado.”

Reí.

- “Lo que pasa es que ayer estuvo la asistenta, suelo ser algo desordenado, espero no te moleste.”

Se acercó al acuario, que había en el salón y se quedó mirándolo, largo rato.

- “¿Quieres tomar algo?
- “Ponme un whisky con hielo”. Dijo sin apartar la mirada del acuario.

Al volver con las copas, ella tenía el brazo dentro de la pecera.

- “¿Pero que haces?”
- “Oh, perdona, solo quería sentir el agua y acariciar a los peces.”

Tomó su whisky y de un tragó lo apuró.

- “No te habrás molestado, ¿verdad?
- “No, sólo me pareció raro”
- “Vamos no me digas que no te gusta hacer locuras”
- “Uhmmm si creo que como a todo el mundo, pero es la primera vez que veo a alguien tan absorto con un acuario y además con su brazo dentro de él”
- “Creo que podríamos tener nuestro propio acuario, en tu bañera ¿qué te parece?

No pude resistirme ante aquella petición, y al rato estábamos sumergidos en la bañera.
Parecía que ella se sentía en su medio, la bañera circular dejaba espacio para poder moverse dos personas con total libertad, y ella así lo hacía, me atrapó con sus piernas y sentí como su cuerpo se pegaba al mío, me besaba con furia con tal fuerza que me arrastraba a fondo de la bañera asiéndome con sus piernas.
Más de una vez, tuve que sacar la cabeza fuera del agua casi sin respiración.

- “Que te parece si vamos a la cama, creo que allí estaremos mas cómodos”

Y dicho y hecho ella salió corriendo sin secarse siquiera invitándome a que la siguiera. Caí en sus brazos y giramos sobre la cama, noté como la cama se iba mojando por momentos, y mientras la besaba, mi boca se llenaba a ese extraño sabor de lago. Nuestros cuerpos producían un extraño sonido como si fuera..... sí, era como un chapoteo como si estuviéramos entre agua y de pronto...

¡¡¡¡ La cama era agua ¡!!!!

La miré extrañado y ella me sonrió.

- “Ven amor mío, ven conmigo.” Y abrazándome con fuerza me atrajo hacia si.

Vi como me iba llevándome hacia las profundidades, ya no estaba en mi habitación, la cama era ahora el lago, y ella me tenía atrapado llevándome consigo, mas y mas abajo.

Noté como el agua entraba en mis pulmones y los inundaba hasta que poco a poco todo se volvió oscuro...


Ahora estoy aquí al borde del lago, siento mi piel fría y busco una chica con quien poder pasar esta noche.... espera veo una allí... tomando el sol.....

- “Hola, es la primera vez que te veo por aquí.......”