lunes, septiembre 26, 2005

Y alli estaba entre los riscos...

Y alli entre riscos estaba otra vez, otro dia, otra mañana más. Jugueteaba con las rocas iba y venia, las rodeaba y las gotas de mar salado en su romper contra aquellas paredes subian trepaban por mi y volvían a caer en su union con el mar otra vez, una y mil veces más.

Y me cansaba de estar haciendo siempre lo mismo, el sol me calentaba y me hacia ascender y entonces mi predilección era irme a por los albatros y gaviotas, ellos desplegaban sus alas y se dejaban llevar por mi, alli suspendidos en el aire me sentia poderoso, los sostenia los elevaba y luego ellos se dejaban caer en un picado impresionante sobre el mar para atrapar a algun pececillo, pero al cabo de un rato esto tambien me aburria...

Queria algo mas, sabia de mis posibilidades y tenia tanto que dar, tanto que entregar que aquello me parecian banalidades. Cosas de niños....

Me fui hacia Eolo, le pedi algo mas, algo que pudiera satisfacer mis ansias por sentir, por dar, pero me contesto que no estaba en su mano, que las cosas son y a veces vienen y a veces se van.

Y volvi a mis riscos y volvi a mi playa, mas cuando ya caia la tarde vi aparecer un barco con su vela desplegada, rompiendo la mar con el viento a su favor, y quise ser ese viento que llevaba ese barco y no aire entre riscos...

Pero a veces el viento es traicionero, como lo es Eolo, y el barco dio un viraje inesperado, ví como intentaba arriar la vela, pero ya era demasiado tarde, se dirigia a toda velocidad contra los riscos. Salí de mi cobijo y sople y sople intentado alejar aquella frágil barca en manos del gran viento, pero fue imposible y presencie impasible como se fundia contra las rocas como la mar abrazaba cada pedacito de aquella barquita y lo devoraba.

Enfurecido le pregunte a Eolo ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? Pero él solo hizo un gesto como si asi fueran las cosas... y me llené de rabia, y me llené de venganza y de ira, y me fui tornando en viento y me fui tornando en huracán y la rabia contenida y el odio guardado de tanto tiempo se conviertió en una fuerza descomunal y entré en la tierra y arrasé campos y valles, y pasé por montañas y alla por donde iba todos me temian, mas con el paso del tiempo, me dí cuenta de lo inútil de mi acción y todo lo que en mi era furia se convirtió en melancolia y todo lo que en mi era rabia se convirtió en añoranza y me volví tormenta y lloré y mis lagrimas fueron lluvia que regó campos secos campos yermos, e intenté con ello si acaso paliar tanta ira tanta venganza.

Y volvi a mi lugar donde tan protegido me sentia, y Eolo me llamo y me dijo: “Ves? Las cosas son, a veces puedes hacer que cambien, y a veces sólo dejarlas estar” – “Pero yo sé que tengo tanto dentro, tanto que me desborda, que pide salir....” – “Entonces, busca tu camino...”

Y un atardecer cuando revoloteaba con las gaviotas y con los albatros, la vi aparecer en la playa, con la mirada perdida en la mar, con su imagen blanca, con su imagen solitaria . Y deje gaviotas y albatros y me introduje en el mar, y me convertí en brisa llevando conmigo olor a salitre, llevando conmigo mil historias del mar, y me enrede en su pelo y acaricié su rostro y jugué en sus vestidos, y pude ver que esto le gustó, por el brillo de sus ojos por la inmensidad de su sonrisa, y fue feliz y fui feliz, llevando olor a mar, historias de la mar....

Y así de esa manera, cada atardecer vuelo por la playa, llevando conmigo ese olor, esas historias, y revoloteo y me hundo y me precipito y me pierdo y vuelvo y soy, soy lo que siempre quise ser,........ brisa marina.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sería estupendo estar cerca de tí cuando despierte todo eso que tienes dentro y que puja por salir.De momento aquí estaremos compartiendo el camino.Besitos

Anónimo dijo...

me encantas

Anónimo dijo...

campos.... jeje