jueves, julio 14, 2005

Volar


Estaba al borde del precipicio y..........

Sonreia.

Alli se sentia libre y feliz, lejos del poblado, se dejaba llevar por la brisa del mar, en sus ojos brillaba la ilusión de ver como los albatros se dejaban caer para luego remontar el vuelo, una y otra vez, una y otra vez...

Soñaba.

Entonces le llamaban, salia de su ensoñación y sintiendo que alli se quedaba parte de su alma, volvia al poblado.
Al principio nadie le preguntaba nada, pero un dia, lo que él habia esperado tanto tiempo, surgió como un golpe frío:

-¿Pero que haces todas la mañanas alli, perdiendo el tiempo?
- Estoy aprendiendo a volar. Contesto simplemente

Las risas de la muchacha que le habia preguntado, inundaban todo su ser, y aunque al principio se llenó de rabia, esta dejó paso a la indiferencia.

- Riete si quieres, pero un dia volaré

Cada dia pasaba mas tiempo en el acantilado, y cada dia eran mas las burlas que le hacian. Ya no sólo era la chica, casi todo el poblado se reia de él, unos incluso se apartaban, no fuera a ser contagioso, y cuanto mas sentía el desprecio, más crecian en él los sueños de volar.

Unicamente habia una persona que no se burlaba, el hombre mas viejo del poblado, sólo le miraba, sin decirle nada, le escuchaba cuando contaba como los albatros abrian sus alas y tomando el aire caliente bajo sus alas, se dejaban arrastrar por el sin mover una pluma.
Cuando terminaba de contarlo, el viejo se levantaba, se le quedaba mirando, le sonreia, y murmuraba unas palabras.

El nunca las oyo.

Era un dia claro, el sol iluminaba las aguas, convirtiendo su azul en un verde esmeralda que invitaba a sumergirse en ellas.
Avanzó hasta el borde, allá abajo el mar rompia entre las rocas, finas gotas mojaban su cara y entonces saltó.

Al principio se mantuvo en el aire unos instantes y luego empezó a caer, caer y caer....

Sólo estaba el viejo, apoyado en una roca, cerca del mar, como si presintiera lo que iba a suceder, le vió, le vió caer, caer y caer...y al llegar a ras de agua, remontó el vuelo.
Y se alejó de allí para siempre, volando. Volando como habia soñado.

Y el viejo regresó al poblado riendo a carcajadas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso!!! Felicitaciones!!! ;)
Llegué a tu blog buscando la letra del tango "Juguete rabioso" y al acabar de leer "Volar" recordé este cuento que copio y pego.
Espero que te guste :)
Saludos,
Rosana Gude


EL LOCO VOLADOR

Un día un loco escapó del hospital, como creía que era una garza amarilla, subió al tejado y se lanzó al aire. Al principio le costó un poco sostener el vuelo, pues las largas semanas que había pasado en el hospital le habían hecho engordar un poco; pero pronto encontró el ritmo adecuado y se alejó volando con rapidez en dirección a una lejana nube rosa. La gente lo miraba hacia lo alto.
-¡Socorro! ¡Un loco que vuela! -gritaban mientras huían a refugiarse en los portales o en las cabinas telefonicas. Los que se encerraban en las cabinas llamaban por teléfono a la policía a la que informaban que había un loco que estaba volando.
-¿Ha cometido algun delito? ¿Perturba el trafico aéreo?-Preguntaba la policía.
-No, creemos que no -Respondió la gente.
-¡Pues déjenlo volar!

Roberto Piumini